Llaman la ciudad de Pernik “La villa de los mineros” porque la localidad debe a la labor de éstos su desarrollo y crecimiento convirtiéndose así en importante centro industrial del Sudoeste de Bulgaria. En Pernik se encuentra el Museo de la Minería, único en Bulgaria y en la Península Balcánica. La idea sobre su creación se gestó en 1986 tras regresar un grupo de mineros de la villa de la visita que habían hecho al museo de la extracción de sal de piedra de la localidad polaca de Wieliczka. Se resolvió habilitar el museo en la galería más antigua para la extracción de carbón, del lejano año 1891 en la que las reservas de hulla se habían agotado en 1966 y los equipos e instalaciones obsoletos siguieron como recuerdo del duro trabajo minero en el país. Lo curioso es que el museo no se encuentra instalado en una edificación y quienes lo visitan tienen que tocarse con cascos aunque sepan que hoy en día allá no hay peligro alguno. En esas galerías cada visitante puede asomarse a la historia de la extracción de carbón en un entorno auténtico.
El museo es un recinto subterráneo de 630 metros de longitud y en él uno puede hacerse una idea de cómo evolucionaba la extracción hullera desde la época del trabajo manual hasta los métodos mecanizados modernos en esta labor. Los gerentes del Museo de la Minería de Pernik señalan que al mismo se entra únicamente en compañía de un guía turístico, tras haberse cursado previa solicitud, y en grupos que van de 5 a 20 personas. Se les sugiere a los visitantes que, además de ponerse un caso, anden bien arropados, ya que la temperatura en el subsuelo se mantiene constantemente baja, de un poco más de cero grados centígrados.
Justo al lado de la entrada a la mina abandonada se conserva un árbol fosilizado de más de 5 millones de años del que se asegura que es el más antiguo conservado hasta hoy en toda Europa. Los mineros para los cuales cada entrada en las galerías de la mina encerraba peligros imprevisibles dieron en llamarlo “El árbol de la suerte”. Antes de internarse en las galerías de la mina tocaban el árbol esperando poder retornar a la superficie, sanos y salvos, al término de la jornada laboral.
Desde 2013, el Museo de la Minería forma parte de los 100 sitios turísticos nacionales de la Unión Turística de Bulgaria. Desde ese año, el aflujo de turistas al museo se mantiene constante en todas las épocas del año.
“Nos vimos forzados incluso a extender el horario de visitas incluyendo en él los días domingo”, dice la directora Emilia Velinova y agrega: “La sensación que se apodera de uno al entrar en este museo es un tanto diferente de lo que uno siente en los tradicionales museos arqueológicos, históricos y etnográficos. Mostramos cómo se hacía la extracción de carbón en el país. Durante el festival de Kukeres en Pernik, hace un mes, nos visitaron más de 2500 personas de todo el país. Contamos con una sala de presentaciones multimedia en la que mostramos el primer documental dedicado a Pernik y a los mineros de nuestra villa. En 2012 fue elaborado y colocado aquí un iconostasio de San Juan de Rila. Es el santo que es patrono celestial de Bulgaria. Hay una leyenda que narra cómo este Taumaturgo apareció ante un minero que trabajaba en la vieja mina al que ayudó a salir a la superficie y salvarse de una situación crítica. Aquel suceso, lógicamente, conmocionó a los lugareños. La gente decidió así proclamar San Juan de Rila también patrono de la ciudad de Pernik y de sus mineros. Existen testimonios escritos de que este santo, venerado por todos los búlgaros, había pasado por la zona de Pernik y que hasta llegó a habitar una cueva de las que existen en las colinas aledañas a la villa”.
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