Tras más de una década de la adhesión de Bulgaria a la Alianza, ¿sigue siendo la OTAN una prioridad estratégica para el país?, y, ¿es capaz de defender sus intereses y hacer uso de las ventajas de esta afiliación? Estas cuestiones fueron planteadas durante la conferencia de un día organizada en Sofía por el Instituto para la Democracia y la Estabilidad en el Sudeste de Europa y la Fundación Konrad Adenauer. El objetivo es poner el inicio de un debate importante, dados los tumultuosos acontecimientos que se desarrollan en los países de esta región y en Europa.

“Por primera vez desde la Guerra Fría, Europa se enfrenta a la prueba de proteger en la práctica los valores que profesaba en palabras en los últimos años. Es Bulgaria capaz de defender sus intereses en un entorno libre, democrático, pero también competitivo, como es el de la comunidad europea y euroatlántica”, preguntó, retóricamente, Nadezhda Neynsky, ex ministra de Exteriores de Bulgaria (1997-2001) y actual presidenta del Instituto para la Democracia y la Estabilidad en el Sudeste de Europa.

“¿Estamos preparados para defender nuestros valores cuando el mundo está entre la diplomacia y las armas?”, esta pregunta dirigió a los participantes en la conferencia el ministro de Defensa, Nikolay Nénchev. En sus palabras, la crisis en Ucrania es una verdadera prueba de hasta qué punto podemos proteger los valores comunes; una prueba que plantea muchas preguntas pero a la que no hemos buscando respuestas hasta el momento.

“El objetivo es que Bulgaria sea un socio fuerte y fiable de la OTAN y miembro efectivo de la UE. Para poder resistir a una amenaza externa primero tenemos que definirla y conocerla. Ahora los retos del flanco oriental y meridional de la Alianza son reales, no hipotéticos, y debemos estar preparados adecuadamente. Para ello hay que contar con medios para defendernos en caso de necesidad. Se necesita un trabajo coordinado a todos los niveles y en el sistema de la seguridad nacional. En cuanto a la defensa, es necesario trabajar más que nunca en la construcción de nuestras capacidades de defensa, y que nuestras Fuerzas Armadas se deshagan de la dependencia de fuerzas fuera de la OTAN y la UE. Es inquietante la falta de financiación ya que sin ella no es posible desarrollar las capacidades de defensa. Entiendo la difícil situación financiera del Estado y la escasez de fondos en la Sanidad y para las actividades sociales pero ha llegado el momento de asignar dinero a la defensa aquí y ahora y no en un futuro indefinido. El solicitado aumento de financiación para la defensa es para asegurar nuestra seguridad nacional. Estos fondos no son dinero perdido, son un estímulo para nuestra economía y para la apertura de nuevos puestos de trabajo”.

“Bulgaria no ha dejado de defender los valores también en relación a la vecina Macedonia. En el último Consejo de Ministros de Exteriores en Bruselas debatimos la crisis en ese país – ha dicho el ministro de Exteriores, Daniel Mítov, también participante en la conferencia –. Los ciudadanos de la República de Macedonia merecen tener una buena gestión, ver las reformas europeas, tener prácticas comunitarias en su país. Nuestros esfuerzos en este sentido no cesarán. El primer ministro macedonio Nikola Gruevski y el líder opositor Zoran Záev se reunieron en Estrasburgo para hablar con miembros de diferentes partidos políticos en el Parlamento Europeo. Seguiremos de cerca el proceso de negociaciones. Macedonia es nuestro país vecino con que aspiramos tener buenas relaciones y que deseamos ver como miembro de la UE. Mi consejo a los políticos macedonios es restaurar lo más pronto posible la confianza en el entorno político. Bulgaria ya ha evaluado el riesgo de una posible desestabilización de la situación allí. Todas las instituciones que están comprometidas con la prevención eventual de riesgos potenciales están listas para actuar”, declaró el ministro Mítov.

Versión en español por Daniela Radíchkova