El búlgaro Evgueni Dínev ocupó el prestigioso sexto puesto en la clasificación de los mejores fotógrafos de paisaje en el mundo del sitio web norteamericano toptenty.com. Esta merecida valoración motivó nuestra reunión con el fotógrafo. Son impresionantes sus fotos de Bulgaria y otros rincones del mundo. Lo que él presenta no es una mera colección de fotografías que conmueven, sino un cuento mediante imágenes, colores y palabras. “Las tierras búlgaras llevan la impronta de civilizaciones antiguas. En los bosques inaccesibles de la Cordillera de los Balcanes todavía no han sido descubiertas las decenas de fortalezas que otrora formaban la red de defensa del poderoso imperio Bizantino”, este es el ritmo de uno de los cuentos de Dínev que se entrelaza con las fotografías para hacernos volver centenares de años atrás. Evgueni Dínev dice que se dedicó a la fotografía por curiosidad. En los tiempos cuando vivíamos sin Internet mientras hojeaba la revista National Geographic Evgueni Dínev sintió el deseo de tratar de presentar el mundo en su alrededor mediante la fotografía.

Hoy sus obras gozan de gran popularidad en las redes sociales y sus fans en Facebook rondan los 91 mil. ¿Cuál es la sensación al dar con un paisaje?

Es que uno no sabe que este paisaje es único. Cuando uno toma la foto piensa que es común y corriente. Incluso cuando uno ve la foto no piensa que es algo excepcional, dice Dínev. A veces escuchando los comentarios de los demás el fotógrafo se da cuenta de que la foto es muy bella de veras. Me ha sucedido muchas veces mostrar una foto que había tomado hace 2-3-4 años y apenas entonces me doy cuenta de que se trata de algo único que no había visto hasta el momento. Muchas veces los demás me abren los ojos para ver algo. 

¿Cuál es el momento del día idóneo para tomar fotos de paisajes?

Me gustan más las madrugadas antes y después de la salida del sol – explica el fotógrafo – . Entonces nace el día. Hay condiciones de rocío y leves nieblas. El cielo es más limpio, la luz es más fuerte. Las horas en que el sol está cerca del horizonte son las mejores para tomar fotos. Las fotos tomadas al mediodía no pueden compararse con las imágenes captadas en la madrugada. Cuando ven las fotos la mayoría de las personas dicen: “He pasado por allí y ese lugar no tiene ese aspecto. Has hecho algo con Photoshop”. En realidad uno no necesita Photoshop. Lo que debe hacer es estar allí en el momento idóneo para tomar la foto, dice el fotógrafo.

Cuando el espectador observa las bellas fotos raras veces se da cuenta de lo difícil que es tomar fotos de los conmovedores paisajes en condiciones extremas naturales como lluvia, tormentas, truenos y nieve. Para tomar fotos en tales circunstancias uno corre muchos riesgos, dice nuestro interlocutor. Sin embargo, con ello no se agotan los momentos difíciles relacionados con la fotografía de naturaleza. 

Los momentos complicados tienen que ver más que nada con el viaje – agrega Evgueni Dínev – . Los lugares interesantes no están cerca, uno debe buscarlos. En realidad, lo más difícil es encontrar el lugar. Para encontrarlo uno debe viajar, levantarse a las 2 ó 3 de la madrugada, viajar, esperar… y finalmente es posible que no salga una buena foto. Así que hace falta buscar mucho y tener gran paciencia. Cuando llega el momento el fotógrafo debe ser capaz de captar la belleza de lo que ve.

En su afán de encontrar maravillosos lugares, el fotógrafo recorre a lo largo y ancho la geografía nacional. ¿Hay, sin embargo, determinados rincones en Bulgaria que son especialmente favorables para la cámara?

Sí, hay, todavía existen tales lugares, dice son suspiro el cazador de momentos maravillosos. Para mí estos lugares son los antiguos bosques, las reservas naturales conservadas en la Cordillera de los Balcanes y en el monte Ródope. En el resto de las montañas ya van desapareciendo. En este sentido el parque nacional Balcan Central en la Cordillera de los Balcanes es el lugar en que se conserva mayor número de bosques, así como las altas zonas del Ródope pero allí hay mucha talla. En el parque natural Strandzha la situación es espantosa. Recuerdo que antes allí las carreteras se parecían a unos bosques y uno no podía ver el sol. Ahora ya no hay verdor y el paisaje es muy triste. Solemos aniquilar lo más valioso que tenemos.