El pasado mes de febrero tras varias concentraciones de protesta el ministro de Educación  búlgaro Todor Tanev procuró calmar a la opinión pública declarando que no se iban a cerrar  las escuelas para  niños de  necesidades educativas especiales. Sin embargo, en septiembre el Parlamento aprobó enmiendas a la Ley de Educación Preescolar y Escolar en virtud de las cuales  las citadas escuelas se transformarán, en el marco de un año, en  centros para  respaldo educacional  especial. “Si de veras pretendemos  atajar el aislamiento  de los grupos vulnerables de la sociedad, el cual es un hecho, la suspensión de  este aislamiento debe iniciarse  en  la escuela. Ésta es el recinto en el que  enseñaremos no sólo a los menores  sino también a los adultos, los padres, cómo podemos vivir juntos“, señaló Galia Zajarieva, del partido GERB. Yanaki Stoilov , por el  PSB se opuso a la decisión  diciendo: “Con la política que Vds. promueven  bajo la consigna ”Poner a todos  en condiciones iguales  ya que todos los niños son especiales para nosotros” coloca a los menores, en realidad, en una situación aún más grave“.

No está claro  todavía qué clase de cambios habrá en las escuelas auxiliares  al cambiar su estatuto .Es un hecho, sin embargo, que la palabra “escuela” ha perdido actualidad para esta institución. Países como Italia, por ejemplo, ensayaron hace decenios el modelo  para la integración en las escuelas masivas de niños con necesidades específicas pero, tras comprobar que no siempre funcionaba dieron marcha atrás. Los búlgaros, sin embargo, nos empeñamos en desbrozar un camino ya trillado. Hemos visitado la Escuela Auxiliar Número 3 , creada hace 65 años para conocer In Situ la necesidad de  este tipo de planteles. Nos quedamos gratamente sorprendidos por  la pulcritud y el ambiente acogedor. En el pasillo  nos topamos con uno de  los niños que nos tendió una mano sonriendo: Es el “Osito”, nos dijo la directora de la escuela en la que estudian del primer al octavo grado 84 menores  aquejados por retraso mental moderado, grave y profundo, por autismo, parálisis cerebral, epilepsia. En las clases para  niños de  dolencias múltiples estudian de 4 a 6 menores de edad, y en las otras, de 8 a 12.Señalaremos a título de comparación que  en las escuelas convencionales  la norma es de 22 alumnos, del 1 al 4to grado, y de 26, en los  superiores. Además de contar con la educación específica los menores reciben la asistencia  de logopedas y psicólogos, hacen ejercicios físicos  como tratamiento. Quienes presentan potencial para integrarse  son  luego matriculados en las escuelas de educación general básica, señala Poloxenia Kisimova, directora de este plantel. ¿Qué es lo  que ofrecen  las escuelas auxiliares a los niños de necesidades  educacionales específicas:

Todos mis colegas  son pedagogos especiales. En cada hora de  clases aplican un enfoque  especial  y trabajo individual en pequeño grupo de alumnos. Esto es importante ya que los niños asimilan la información en forma distinta. Los niños no sufren segregación .En el patio de la escuela suelen jugar en forma individual  sin que nadie los  haya separado en forma artificial. Simplemente sus juegos y formas de comunicación son diferentes. La sociedad no ha madurado aún lo  suficientemente como para acoger sin reservas a estos niños, dice la directora Polixenia Kisimova.

En ocasiones  niños con necesidades  educativas  especiales  comienzan a estudiar en centros docentes convencionales  pero en éstos  van sufriendo  diferentes traumas psicológicos. Luego retornan a las escuelas auxiliares síquicamente destrozados y afrontan la necesidad de verse nuevamente socializados. Según Polixenia Kisimova el cambio  del nombre  de la escuela auxiliar por  el de “centro” no aporta claridad sobre la  diferencia entre tal centro y el resto  de centros existentes: El nombre no deja ver que se trata de un servicio, de una atención en el terreno de la educación, algo que para nosotros como pedagogos es importante. Es que ,con todo,  estamos ofreciendo  formación. Es importante que estos  niños tengan acceso a una  educación  conforme con sus necesidades, que reciban  información ofrecida en forma interesante y asequible y que aprendan cosas importantes para  vida futura.

¿Por qué estos niños  necesitan de  un ambiente  protegido especial? 

Porque es el ambiente que se  debe adaptar a los niños, y no  al contrario que para ellos es imposible. Esos niños, sobre todo, los  son autistas experimentan dificultades en adaptarse y sufren al ver trastornado el entorno familiar para ellos. Así, debido a un  ruido más intenso, a su estancia en un  entorno desconocido esos niños  sufrirán un estrés permanente. A ellos les gusta un entorno rigurosamente estructurado, una  situación de sosiego y calma. Los maestros y profesores en las escuelas convencionales carecen de  la preparación necesaria, y los niños de necesidades especiales  se sentirán muy incómodos al ser incorporado a un nutrido grupo de  alumnos en tales  escuelas. Es que no todos los niños  se pueden integrar. Nosotros no tenemos nada en contra de la integración pero queremos que ésta sólo abarque a los menores convenientes, o sea a los de  grado leve de retraso mental, de disfunciones mínimas. Los de diagnósticos más complicados y graves  deben seguir  en nuestra escuela en la que desarrollamos actividades  suficientes de cara a su integración. Hace falta  enfatizar más en la integración  social antes que en la educacional, concluye la directora Kisimova.

Cabe precisar que los cambios previstos afectarán a los  niños  de 48 escuelas auxiliares en todo el país en cada una de las cuales  reciben formación un centenar de alumnos.