Gritando “Dimisión” y “Basta ya de trucos”, números ciudadanos se congregaron en concentración de protesta ante el edificio del Parlamento nacional. Los participantes manifestaban su posición contraria al voto obligatorio, al cierre de la región electoral “Extranjero” y las “duras barreras” ante la votación de los búlgaros residentes en el extranjero, la prohibición de celebrar en forma simultánea elecciones y referendos, y la implantación prematura del voto electrónico. Los ciudadanos en protesta se oponen igualmente a la sanción consistente de borrar a electores de las listas electorales, caso de no participar éstos en dos comicios consecutivos e idénticos −presidenciales, parlamentarios, europeos, municipales−. La restauración de los nombres borrados en las listas sólo se volverá posible tras cursar el sancionado una solicitud al respectivo ayuntamiento.

“Ciudadanos contra la mafia”, se leía en una de las pancartas llevada por participantes en la concentración de protesta. También se veían pancartas, pegatinas y relojes con la inscripción “El tiempo ya ha expirado”.

Desislava Jristova, del comité promotor de la iniciativa “Vota sin fronteras” y participante en la protesta señala: Protesto sobre todo contra el cierre de los colegios electorales al margen de las representaciones diplomáticas y consulares de Bulgaria en el extranjero. Esto afectará a los búlgaros residentes en Europa Occidental, EE.UU., Australia donde son enormes las distancias a recorrer para llegar a los colegios electorales. Protesto, asimismo, contra la supresión de la Región Electoral Internacional “Extranjero”. Me opongo al voto obligatorio. Se trata del derecho a elegir, y no de una obligación. La exclusión de las listas electorales repercutirá no sólo en los búlgaros residentes en el extranjero, sino también en los jóvenes que nunca habían votado y a personas de núcleos poblacionales alejados. Si esas personas no votan dos veces serán excluidas y posiblemente no puedan votar nunca más. Me opongo al voto obligatorio, porque éste no resolverá los problemas del sistema electoral búlgaro. Hasta ahora el Código Electoral tenía bastantes lados positivos. En los últimos años, sobre todo en lo tocante a los colegios electorales en el extranjero, se han introducido cambios positivos. Respecto al voto electrónico creo que hay que ir implantándolo en forma paulatina. Es positivo, ya que cada cual podrá votar esté donde esté.

Kiril Chukanov, del movimiento “Presión Pública” agrega: Protestamos contra las perversidades en el Código Electoral. Vivimos en medio de una realidad absolutamente escandalosa y esto es absurdo. Ya no sé si vivo en un país democrático, miembro de la UE o en una Antiutopía. Los gobernantes evidentemente han decidido que los búlgaros residentes en el extranjero no tienen derecho a votar y han restringido drásticamente su participación electoral. El voto obligatorio trae recuerdos de un régimen totalitario. Se prefiere que la gente se quede callada pero esto no ocurrirá.

Ciudadanos búlgaros residentes en el extranjero también han protagonizado concentraciones de protesta para manifestar su desacuerdo con los cambios en el Código Electoral. Estas enmiendas les van a perjudicar, ya que sólo podrán ir a votar en las misiones diplomáticas y consulares de Bulgaria en el respectivo país extranjero.

Una parte de los participantes en la protesta en Sofía también se oponía tajantemente al alza del precio del pasaje para el transporte público, que de los actuales 50 céntimos del euro pasará a costar 80 céntimos.

Versión en español por Mijail Mijailov
Fotos: Luisa Lazarova