Una estadística reciente arroja que casi tres millones de búlgaros residen en el extranjero. La emigración se va transformando en un problema cada vez más grave. Muchos de los búlgaros que han abandonado este país conciben su realización exclusivamente en un país extranjero. No pocos de ellos se quedan defraudados pero también hay buenos ejemplos. A pesar de residir en el extranjero, esos búlgaros se mantienen activos y tienen deseos de ayudar a Bulgaria en su empeño por ofrecer condiciones de vida mejores y más dignas de sus ciudadanos.

Rumen Cholakov, es abogado de éxito, graduado en derecho e historia por la Universidad de Cambridge,. Preside el recién fundado club “Millenium” del que son socios búlgaros jóvenes que han tenido éxito y que residen en toda Europa.

¿Qué lo ha motivado a acometer esta iniciativa?

Llevo 9 años residiendo en Gran Bretaña y, no obstante ello, una buena parte de mi vida diaria la dedico a comunicarme con búlgaros, a conversar con mi familia, a leer diferentes medios de información búlgaros. Quisiera mucho que cuando un búlgaro emigrara al extranjero que lo hiciese movido por el deseo de residir en otro país y que no lo hiciera a la forzosa, creyendo que únicamente en el extranjero podría encontrar su realización. Tengo la suerte de conocer a amigos míos que se mantienen muy activos en Gran Bretaña. Hemos creado el club con la idea y el deseo de obrar a favor de Bulgaria y ayudar en alguna forma a este país sin que estemos aquí necesariamente. El número de los búlgaros residentes en el extranjero es extraordinariamente elevado y posiblemente no todos retornarán un día a Bulgaria. Creo, en cambio, que muchos de ellos dedicaría tiempo a aportar en lo que puedan al mejoramiento de la vida en la patria.

Según Rumen, el motivo esencial que mueve a los búlgaros a emigrar no es tanto el afán de cobrar sueldos altos, sino la desesperación ante la omnipresencia y la impunidad de la delincuencia en Bulgaria. Los operativos policiales preconizados a bombo y platillo, seguidos por ruidosos procesos judiciales, no consiguen limpiar la imagen del sistema de Justicia ni son capaces de restaurar la confianza de los ciudadanos en el mismo. Es que la credibilidad de las instituciones se edifica durante años, y es que 25 de estos años ya han quedado en la historia. Durante 25 años, los emigrantes actuales estaban aguardando y anhelando que el cambio se produjera desde fuera pero sólo han afrontado la anarquía y la apatía que reinan en Bulgaria. Han tomado conciencia de que no son capaces de vencer al sistema y por esto se han visto forzados a seguir viviendo en el extranjero, lejos de sus hogares y familias, lejos de amigos y de lugares entrañables.

Pese a que están en el extranjero, las personas jóvenes afiliadas al club “Millenium” llevan a Bulgaria en sus corazones y su vida diaria, y desean serles de utilidad a los empresarios nacionales y al Gobierno de Bulgaria. Aspiran a que su club mancomune a los búlgaros en el extranjero para que éstos puedan actuar aunados en la defensa de causas importantes para el país. Sus objetivos y ambiciones son realmente impresionantes.

He aquí algunos de ellos: A esta etapa tenemos previstas varias iniciativas. El próximo 22 de junio en la embajada búlgara en Londres organizaremos un gran debate sobre el tema de la pertenencia de Gran Bretaña a la UE y la forma en que el eventual “Brexit” incidirá en ésta y en los búlgaros residentes en ese país. Espero que esto resulte útil antes del referendo a este respecto en gran Bretaña. No tenemos qué hacer con respecto al resultado pero, al menos, podemos facilitar información. La segunda iniciativa que promovemos es la de nuestro sitio web que se volverá operacional a comienzos de julio. Será una base de datos sobre todos nuestros socios y un recurso que ofreceremos a los empresarios y a la Administración Pública de Bulgaria, lo mismo que a los medios informativos, para que establezcan contactos con los búlgaros en el extranjero. Así se podrá ver si algunos de éstos podrían encontrar su realización regresando a Bulgaria. Este otoño organizaremos una serie de conferencias o presentaciones con el fin de comunicarnos con algunas universidades búlgaras a las que informaremos sobre nuestra experiencia y sobre lo que hemos vivido en el extranjero. Esperamos, asimismo, podernos comunicar con patrocinadores para instituir becas “Millenium”. He observado gran número de ejemplos en países de Occidente en los que determinada compañía o el Gobierno otorgan becas a algunos de sus ciudadanos que de este modo pueden cursar estudios en prestigiosas universidades en el extranjero o formándose en una carrera importante para ellos. Estos becarios, en contrapartida, deberán retornar a la compañía o país respectivos y trabajar en un período de 3 a 5 años por esa compañía o en la Administración Pública del respectivo país. Estimo que se trata de un ejemplo estupendo que hay que imitar con mucha mayor frecuencia en Bulgaria.

La revalidación de los diplomas de estudiantes universitarios búlgaros que hayan finalizado estudios en el extranjero es otro de los temas en que el club está trabajando activamente. Sus dirigentes esperan que tras las reuniones mantenidas en el Ministerio de Educación se agilizarán los trámites de legalización de estos documentos. El club “Millenium” también ha expresado su postura con respecto a las limitaciones ante los búlgaros que deseen votar en el extranjero. Desde el club opinan que restringir el derecho al voto crea premisas para colocar una barrera entre los búlgaros en Bulgaria y los que residen en el extranjero y exhortan a que no se haga una división entre patriotas y apátridas, división que no haría sino acarrear consecuencias negativas.

Versión en español por Mijail Mijailov