El camino que Linda ha seguido en el deporte no es de los más tradicionales. Cuando tenía 15 años de edad, una entrenadora de niños reveló su talento para el bádminton. Así la chica abandonó la casa paterna y viajó sola al país escandinavo.
Pero, ¿cómo comienza el cuento llamado Zetchiri?
Hemos conversado sobre ello con Linda y Gemma, su manager, amiga íntima o simplemente hermana, la persona que invariablemente ha apoyado a la badmintonista búlgara de la selección nacional en todos los más de 140 competiciones en que ha participado en su carrera deportiva. También no deja de apoyarla en la vida.
“Al comienzo todo se inició como un juego en la infancia. En la época de las vacaciones solíamos jugar en mi familia al llamado feather ball. Fue así como me fui enamorando de este deporte, dice Linda, nacida en 1987:.
“También se concedía un premio por el triunfo, una botella de limonada. Aquello generaba entre nosotras un tipo de rivalidad que posiblemente forjó a Linda como atleta de la selección nacional, como atleta de la más alta clase europea”, dice Gemma.
La decisión de abandonar la patria a tan corta edad no fue de las más fáciles para Linda pero: “De muy chiquilla, desde las primeras competiciones en que participé en Bulgaria me sentía enormemente motivada de llegar a ser un día una de las mejores badmintonistas del mundo. El bádminton siempre me ha gustado y esto me ha motivado a dar todos estos pasos. Aquel paso que di a mis 15 años no fue fácil, pero sí fue una elección natural que hice para hacer realidad los sueños de mi infancia. El comienzo fue arduo pero, después, cuando uno tiene sus objetivos y sueños ya no piensa tanto en las dificultades sino más bien en los desafíos, dice Linda.
Al cabo de cinco años de éxitos en el país escandinavo, Linda sufrió una grave lesión, tuvo que ser intervenida quirúrgicamente y se le eliminó una parte del cartílago de la articulación de la rodilla. Regresó a Bulgaria. Pese a los pronósticos desfavorables sobre ese trauma hizo acopio de fuerzas físicas y psíquicas logrando seguir adelante.
Lo que te ayuda en cada duro trance es el objetivo que te tienes planteado y el afán de perseguirlo. Acojo todo escollo como algo que ha tenido que pasar y que es para bien. Siempre he procurado sacar lo óptimo de los malos trances, señala Linda Zetchiri.
Su apellido particular para Bulgaria le viene de su papa, mitad albanés étnico, mitad italiano. No obstante ello, Linda asegura que se ha criado como una búlgara al 100 % y que ha heredado un genio combativo búlgaro. En muchas ocasiones le han ofrecido competir por otros países. Nunca ha accedido porque: Creo que una persona pesa bien en su propio país, como la piedra pesa en su lugar, nunca experimenté necesidad puramente espiritual de representar a otro país. En el deporte si uno no compite en cuerpo y alma por el país al que representa, simplemente no conseguirá éxito. Yo siempre he preferido hacerlo todo de todo mi corazón.
Actualmente, Linda ocupa el puesto38 en el ránking mundial, tras haberse situado en una ocasión en el puesto 26. Tiene un copioso palmarés de medallas.
Respecto a sus triunfos dice: Posiblemente el triunfo más duro lo logré hace unos meses. Con mis compañeras de la selección de Bulgaria participamos en el campeonato europeo por equipos. Arribamos a la final tras una semifinal bastante dramática en la que mi pareja y yo −en aquella ocasión yo actuaba en los dobles− disputamos el encuentro decisivo frente a España con la eventual campeona mundial. El resultado hasta aquel momento era de empate a dos y del marcador dependía si nos íbamos a clasificar para la final. Lo conseguimos. Fue aquél posiblemente uno de los triunfos más arduos y más espectaculares.
Así, el pasado mes de febrero, Bulgaria se alzó con la histórica medalla de plata en el campeonato europeo por equipos en Kazan, Rusia. Ha sido éste el año más exitoso en la trayectoria deportiva de Linda, quien ya se está preparando febrilmente para los JJ.OO. de Río de Janeiro. Será una de las tres badmintonistas que actuarán en representación de Bulgaria en estos Juegos.
Versión en español por Mijail Mijailov
Fotos: Archivo personal de Linda Zetchiri
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