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Slavka Sekútova: “Son muchas las canciones que canté y mucha la alegría que regalé, pero también es mucho el afecto que recibí”

Foto: Archivo

Las interpretaciones de Slavka Sekútova son un ejemplo del canto ingénito de la zona de Gráovo, que forma parte de la tradición musical de la región folklórica del Shopluk, concretamente de la provincia de Pernik y dos de sus municipios: Rádomir y Breznik. Dice la propia cantante: No puedo explicar con palabras ese “temblor” de la garganta, típico de Gráovo, a la hora de entonar canciones de melodía lenta. Es algo que viene imperceptible desde el fondo del alma y el corazón.

Asombrados por esta técnica vocal compleja, tanto los entendidos como los aficionados aluden al don plasmado en los genes “graovianos” de talentos vocales selectos. Slavka Sekútova es uno de estos talentos. Su magistral dominio de ese estilo de canto originario, que ha perdurado a través de los siglos, es reconocido por todos.


Slavka Sekútova nació en Sofía pero su infancia transcurrió en la aldea de Berende (municipio de Rádomir), en medio de las canciones y la música características de su numerosa familia. En 1951 participaba en las transmisiones matinales de la Radio Nacional interpretando en vivo las canciones de Gráovo. La cantante integró por breve tiempo el coro del Conjunto Nacional de Canto y Danzas “Filip Kutev” en los inicios del mismo. Desde el año 1953, con el grupo “Nuestra canción” empezó a recorrer el país ofreciendo conciertos en pueblos y ciudades, en casas de cultura y en plazas pueblerinas para deleitar a la gente con su música favorita. Y en las regiones de Rádomir y Breznik los oyentes exclamaban, orgullosos: “¡Es nuestra Slavka la que canta!”

Este año Slavka Sekútova cumplió 90 años de edad.

Nací en Sofía pero mis padres son campesinos –cuenta la cantante– . Como la vida en la ciudad no les sentó bien, regresaron al pueblo cuando yo tenía dos años. Mis mejores recuerdos son de la pintoresca aldea de Berende. Allí aprendí bastantes canciones de mi padre. Su talento era innato. Tocaba el violín y la *gadulka. Mis hermanos también tocaban el violín y, además, la *tambura. En casa no parábamos de cantar hasta al momento en que perdí a mi madre. Entonces mi padre decidió que volviéramos a vivir en Sofía. Me presenté ante una comisión en la Radio Nacional y me aceptaron. Fue en 1948 y se cantaba sólo en vivo. Desde entonces empezó mi carrera de cantante. Un día vino el gran cantante búlgaro Borís Mashalov y me dijo: “Hagamos un grupo, lo llamaremos “Nuestra canción”. Así la gente que nos escucha en la radio también podrá vernos”. Empezamos a recorrer el país. No hay ni un solo rincón que no haya visitado. Muchas canciones he cantado y mucha alegría he regalado, pero también he recibido mucho afecto por parte del público. He ido de giras con tantos y tantos destacados intérpretes folklóricos muy queridos por el público búlgaro. Tengo un mar de buenos recuerdos. Hemos visitado algunos puestos fronterizos y los muchachos nos regalaban hiedra y flores que recogían de los alrededores. He ayudado a muchos cantantes jóvenes explicándoles que la canción folklórica es nuestro patrimonio nacional, nuestro orgullo. No se pueden imaginar el recibimiento que tienen en el extranjero las canciones tradicionales búlgaras. Dicen que el público en Inglaterra es insensible. Pues, durante los conciertos los británicos nos obsequiaron con fuertes aplausos. No hay lugar donde no se nos haya recibido con honores y respeto. Nuestras canciones llegan al alma si se canta con el corazón. Yo, cuando canto, me imagino cuadros. En las canciones lentas veo la angustia, el llanto en los ojos de la gente, y en las alegres, veo júbilo y sonrisas.

*gadulka – instrumento musical de cuerda frotada con arco, tradicional de Bulgaria
*tambura – instrumento de cuerda similar a la bandurria

Versión en español por Daniela Radíchkova



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