El cuerno de la abundancia parece verterse en otoño en la pintoresca aldea de Dzhuliunitsa. Las huertas están colmadas de frutas. Los hortelanos dicen que es en esa aldea donde se cultivan los pimientos y tomates más sabrosos que luego se transforman en la ensalada más estupenda al agregársele berenjena asada, cebolla y perejil. Las amas de casa en Dzhuliunitsa son artistas magistrales en el arte culinario y elaboran manjares excelentes capaces de despertar la envidia incluso de los más renombrados chefs en los grandes restaurantes.
No por casualidad, la aldea se ha afirmado ya desde 9 años como anfitriona del festival culinario “Mesa opípara”. Cada año se van sumando al mismo nuevos participantes que procuran impresionar a los catadores con lo mejor de las recetas culinarias de los viejos artífices. El festival es motivo de fiesta no sólo para la aldea de Dzhuliunitsa, ya que acuden a él gran número de personas invitadas de la ciudad de Liaskovets y de varias otras aldeas de la comarca.
La gente de esta región es generosa y laboriosa, nunca se queda de brazos cruzados esperando que algo le caiga del cielo, dice Katya Moskova, presidenta de la casa de cultura local. Señala que este año, en sólo una de las jornadas del festival se había repartido entre los comensales el contenido de toda una caldera de sopa de pollo y se comieron casi 300 rebanadas de pan untadas con el más apetitoso puré de pimientos y tomates molidos.
Las tradiciones culinarias en nuestra aldea siguen vivas y continúan siendo transmitidas a la joven generación que se mantiene como guardián celoso de las mismas. Las aldeas guardan sobre todo las tradiciones búlgaras.
En los pueblos de Bulgaria sigue viva la chispa que les permite conservar en forma auténtica el folclore y la cultura. Nuestra aldea ha sido incluso distinguida con el galardón “Guardián de las tradiciones”, cada año encontramos recursos y estímulos para organizar el festival culinario de platos elaborados a base de recetas locales tradicionales. Nuestros esfuerzos se coronan de éxito, ya que somos muchas personas y cada cual propende a contribuir al festival en la medida de sus posibilidades. Este año también hemos logrado que nada faltara en la mesa. El festival “Mesa opípara” es ya el logo de la aldea de Dzhuliunitsa. es uno de los eventos más importantes en toda la región.
El entusiasmo por elaborar comida sabrosa en base a recetas tradicionales y empleando productos de su propia hacienda en la aldea, se ha apoderado también del matrimonio joven formado por Mijni y Marina Mijnev. Los dos presentaron en el festival productos individuales suyos que han impresionado al jurado. Mijni Mijnev presentó una receta tradicional para la elaboración de sopa de pescado, transmitida durante varias generaciones sólo a los hombres de su estirpe.
Dice él: Los hombres son, en principio, mejores cocineros, y así hemos decidido presentar una receta típica para cocineros hombres. El plato se llama “La sopa del Tío Kolio” y la receta es exclusiva de nuestra aldea. Se utilizan tomates, zanahorias, cebolla, patatas, todos ellos muy bien rallados. El objetivo es lograr una consistencia uniforme de las hortalizas para que puedan descollar únicamente los trocitos de pescado. Aquí la sopa de pescado se sirve como un entremés tradicional que acompaña la ingesta del aguardiente casero. La combinación es muy acertada. Cada vez que me es posible retorno a la aldea de la gran ciudad. Aquí el descanso siempre es fructífero. Aunque tenga que trabajar en el patio o en la huerta, la faena no me pesa, antes al contrario, me ayuda a sentirme como un hombre íntegro. Las faenas agrícolas son para nosotros un placer y una terapia que nos libra del estrés. Doy las gracias a los organizadores de festivales como el nuestro, ya que estos eventos contribuyen a que se queden al menos una parte de los jóvenes en la aldea, y también mueven a quienes estén en la ciudad a que vuelvan al terruño más a menudo. Por desgracia, nuestra aldea también ha sido afectada por el proceso general de despoblación de las aldeas en todo el país.
Según Marina, esposa de Mijni, en Dzhuliunitsa viven personas buenas y aunadas por la ayuda mutua. En el festival culinario ella presentó la llamada “Musaka de berenjenas”, un manjar tradicional en la ciudad de Svistov, en el noreste de Bulgaria. Dice Marina refiriéndose a este plato: con este plato en Svistov - a primera ciudad liberada en Bulgaria durante la Guerra Ruso-Turca de 1877-1878- recibieron a los rusos ofreciéndoles este manjar. Los ingredientes son tomates, pimientos, cebolla, berenjenas y carne picada. Esta receta en mi familia se transmite de generación a generación, esto es una tradición. Con la celebración de este festival y de otros eventos similares, la vida en esta aldea se vuelve más variada incluso que la que reina en las localidades vecinas.
Versión en español por Mijail Mijailov
Fotos: Guergana Máncheva
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