La mejor forma para borrar el interés de un niño por la ciencia es hacerle leer algo sobre un tema determinado de los gruesos tomos polvorientos, guardados en su biblioteca desde hace años. Para bien o para mal, la realidad de hoy y el mundo en el que crecen actualmente los niños son muy distintos de los que usted vivió en su época, y cuanto antes acepta la realidad nueva, tanto más fácil le resultará adaptarse a ella. Hoy la ciencia está presente no sólo en las universidades, los centros de investigaciones científicas y los museos, sino en todas partes. Por eso precisamente el objetivo del proyecto europeo Noche de los investigadores es mostrar de cerca los secretos en que se basan muchos experimentos de diferentes dominios. El interés es enorme. Lo confirma el creciente número no sólo de los investigadores que se suman a la iniciativa cada año, sino también de las ciudades que abren sus puertas para esta noche especial. Este año, en la décima edición de la iniciativa, tomaron parte 11 ciudades búlgaras: Blagoevgrad, Burgás,Varna, Kotel, Pleven, Plovdiv, Ruse, Sliven, Smolian, Stara Zagora y, como no, Sofía.

Los eventos en la capital búlgara se han realizado en 14 sitios, entre ellos el Museo Politécnico Nacional, el Observatorio astronómico de la Universidad de Sofía y el Parque Tecnológico de Sofía. En el Parque Tecnológico, por ejemplo, científicos de 11 laboratorios hacían demostraciones de su trabajo, tratando de explicar de forma atractiva sus inventos. Para todos ellos el Parque Tecnológico es el lugar que les ha dado la posibilidad de convertir sus sueños en realidad y de demostrar que sus habilidades pueden ser útiles para la sociedad.

Hoy conversamos con Yavor Papazov, uno de los fundadores del Laboratorio de Ciberseguridad.

Nuestro laboratorio ha sido creado y financiado por la UE y está subordinado al Ministerio de Economía, Energía y Turismo de Bulgaria, porque nuestro objetivo principal es elevar la competitividad de la economía búlgara a través de inversiones en la ciberseguridad, declara Yavor Papazov. Nuestros esfuerzos se centran antes que nada en investigaciones y proyectos que podrían facilitar la aplicación de innovaciones en el terreno de la ciberseguridad de las empresas búlgaras.

Dos de las presentaciones mostraban qué ocurre con un ordenador infectado por algún virus, así como cuán peligrosas pueden resultar las redes WIFI. En opinión de Yavor, la conexión a tales redes puede ser peligrosa, ya que, según él, los administradores a menudo no tienen bien clara la responsabilidad que asumen y no esmeran sus cuidados en protegerlas, lo cual conlleva al riesgo de interceptar los datos y rastrear las conversaciones efectuadas a través de tales redes.

En el marco del citado evento fueron presentados, asimismo, varios robots. A uno de ellos, los alumnos de la Escuela Tenológica de Sistemas Electrónicas, adjunta a la Universidad Técnica de Sofía, le enseñan hablar en búlgaro, utilizando un soporte lógico del ingeniero Rosen Vitanov. Su primera prueba en acción fue el 15 de septiembre, que es cuando comienza el año escolar en Bulgaria. Entonces el robot recibía y guiaba a los alumnos hasta las aulas.

Y ¿qué sería si tuviéramos anteojos que nos permitirían manejar todo tipo de aparatos eléctricos? Si dudan de la existencia de tales gafas, están equivocados. De ellas nos cuenta ahora Kristian Mihailov, de la empresa que las produce para una compañía escandinava, relacionada con la industria naval.

Somos una compañía búlgara que crea un soporte lógico de Microsoft, principalmente para los países escandinavos y toda Europa Occidental. Hemos presentado las gafas Microsoft Hololens, que muestran objetos en modelos 3D en un entorno real. A esto se le llama Realidad Compartida. Nuestro trabajo consiste en crear simulacros con distintos fines didácticos. Gracias a estas gafas peculiares, el ingeniero que las usa tendrá la posibilidad de ver qué sucede en un sector determinado del navío, y eso en tiempo real.

Iniciativas como la Noche de la Ciencia ponen de manifiesto dos cosas: primero que la ambición de crear algo propio, algo original es muy fuerte y se impone siempre a las circunstancias en que uno trabaja y a la constante escasez de recursos que suelen dedicarse a la educación y la ciencia, y segundo que todavía no hay respuesta a la vieja pregunta de ¿qué pasa con los fondos destinados a la ciencia y en qué se gastan estos?

Versión en español por Katia Dimanova
Fotos: Yoan Kolev