El 26 de octubre la Ortodoxia venera la memoria de San Dimítar o Demetrio quien murió por la fe de Cristo. San Demetrio nació en el siglo III en Tesalónica, por eso se le conoce como San Demetrio de Tesalónica.

Durante siglos, su festividad es una de las más celebradas en Bulgaria.

Según estadísticas más recientes, Dimítar, es decir Demetrio, sigue siendo uno de los nombres masculinos más populares en este país; más difundidos son sólo los nombres Iván y Gueorgui o Jorge. El 26 de octubre celebran el día de su onomástica todas las personas que llevan los nombres masculinos Dimítar, Dragán, Dimo, Mitko y otros derivados de Dimítar, y los femeninos Dimitrina, Dimka, Mitra, etc.

Junto con los platos tradicionales a base de carne de cordero y carnero, quienes quieren cumplir con la costumbre preparan también guiso de pollo. En la mesa debe haber, además, maíz hervido, gachas de ciruelas cocidas y prensadas, manzanas al horno, pekmez (especie de jarabe denso de uva, higo o mora), calabaza.

En Bulgaria hay un gran número de templos que llevan el nombre de San Demetrio. El más antiguo es una iglesia medieval que se encuentra en Veliko Tárnovo, la antigua capital del país. En esa iglesia han sido coronados los primeros gobernantes búlgaros de la dinastía de los Asénidas: los hermanos Pétar, Asén y Kaloyán. Siempre allí, el Día de San Demetrio, 26 de octubre, en el año 1185, fue donde los tres hermanos proclamaron su rebelión contra el Imperio Bizantino.

En el folklore búlgaro, San Demetrio es un guerrero valiente de fuerza sobrenatural. El día de su festividad llega montando un caballo y trae consigo el invierno y el frío, y de su larga barba blanca cae nieve. El santo se relaciona, asimismo, con la veneración de los muertos. Según algunas leyendas, San Demetrio es hermano de San Miguel Arcángel, quien se lleva las almas de los muertos.

En otra época, el 26 de octubre los patrones licenciaban a los jornaleros, contratados el Día de San Jorge, 6 de mayo. Se hacían convites comunes y todos celebraban.

Antaño alrededor de la festividad de San Demetrio se terminaban de construir las casas nuevas. Según la costumbre, los amos de la casa sacrificaban a un carnero e invitaban a toda la aldea para la santificación del nuevo hogar. Es por eso que en ese día celebran su fiesta también los constructores.

Versión en español por Daniela Radíchkova