Desde hace ya mucho tiempo los juegos por ordenador han dejado de ser un simple medio de entretenimiento. Para una persona que se ha dedicado por completo a la cultura de tal pasatiempo, los juegos son un universo global que se desarrolla, crece y penetra en todas las capas del mundo moderno. La esencia de los juegos de ordenador y su transformación en una auténtica modalidad deportiva son cosas muy familiares para Martín Kadinov quien ha ido durante años en pos de su sueño infantil, mientras los juegos iban convirtiéndose en el terreno para su exitosa realización personal. Martín Kadinov es administrador regional para el SE de Europa de la compañía más importante que se ocupa de organizar y celebrar las competiciones a nivel mundial en la esfera de los deportes electrónicos. Martín, de 35 años de edad ya se lo sabe todo sobre los juegos y las sutilezas de la industria del juego. Confía en el futuro prometedor del soporte lógico para el entretenimiento, ya que los descubrimientos tecnológicos más recientes son los que penetran en la esfera de los juegos con la mayor rapidez y en ella están siendo ensayados y adaptados. Según Kadinov, los juegos son un nuevo tipo de medio informativo que, de manera interactiva, proporciona mucha información al jugador. Se trata de una forma atractiva por medio de la cual una persona puede estudiar e ir conociendo el mundo al jugar. Con el paso de los años, Martín Kadinov se ha ido dando cuenta de que uno debe interesarse personalmente y buscar información variada de muy diversas fuentes y que los juegos ayudan y despiertan la curiosidad natural de los niños.

Dice, además: Mi historia es así: de niño me enamoré de los videojuegos e insistentemente me hacía la pregunta de si sería capaz de ocuparme de ellos también en el futuro, como estaba enganchado a esos juegos. Quiero enfatizar en algo que frecuentemente se les escapa a los mayores, o sea que cuando uno está jugando, sus sentidos se abren y uno se siente mucho más apasionado y concentrado en esta ocupación. Lo observo también en mi hijo de 11 años. Uno debe seguir su pasión y sus intereses para poder desarrollarse en el terreno en que se siente óptimamente. Los juegos consiguen retener la atención de una persona que juega un juego determinado. Todas las personas que se dedican a la educación formal han afrontado el reto importante que implica poder retener la atención de los menores de edad por más tiempo. Soy de la opinión de que hay algo que nuestra sociedad no acaba de entender y ello reside en la firme convicción de que cuando un niño está jugando en el ordenador esto necesariamente le perjudica. Hay una estadística que indica que cada día salen en el mundo más juegos que títulos de películas. Cuando yo tenía 12 años y decía que me ocupaba de juegos de ordenador, la gente me aconsejaba de que me metiera a hacer otra cosa. Llegué a estar harto de tales comentarios. Ahora, 20 años después, la experiencia adquirida en los juegos de ordenador está siendo acogida de manera positiva en una buena parte de los puestos ofertados por empresas con interesantes promociones profesionales. Esta experiencia ya está siendo concebida como un conjunto de habilidades acumuladas en la coordinación, la comunicación, la labor en equipo, el pensamiento analítico, etc.

Según Martín Kadinov, los ritmos a que se desarrollan actualmente la vida profesional y las diferentes industrias son extraordinariamente altos, y los juegos pueden mejorar nuestras percepciones del mundo y ser de utilidad sobre todo en el terreno de la educación formal. A su juicio, el mayor reto que afronta la Educación es que ésta intenta todavía seguir las tendencias en vez de adelantárselas y esto la aleja del mundo de las tecnologías. Hay juegos que pueden servirles de lección no sólo a los niños, sino también a los mayores, dice Kadinov. Su ejemplo es el de un libro-juego que lo ha movido a poner mientes en los problemas efectivos.

Es un libro-juego en el que te pones en los zapatos de un chico joven de origen gitano en Sofía. Yo personalmente lo abordé con una gran dosis de ánimo. Lo comencé a jugar pero, eligiera lo que eligiese, todo acababa mal para mi protagonista. En uno de los casos me daban una paliza, en otro me robaban, en otro más dormía encerrado en la comisaría. Con todo eso acabé enojándome. En última instancia me di cuenta de que todo el libro-juego había sido amañado y eso me hizo leer las instrucciones que se deban al lector. Me enteré de que el libro lo había publicado una ONG con el fin de que la población gitana conozca los retos reales que está afrontando. Este tipo de juego me ofreció una forma muy eficiente y explícita para enterarme del mensaje oculto de sus autores.

Versión en español por Mijail Mijailov