Las “Imágenes de Sofía” no es un simple sello fotográfico de fotogramas estáticos de la urbe. Las “Imágenes” recrean acontecimientos, sucesos y estados momentáneos no sólo de seres humanos, sino también de aves, animales, edificios. Hasta el cielo es uno de los protagonistas en ellas.



Las “Imágenes de Sofía” son en realidad una de las páginas en Internet más visitadas, enriquecidas a diario con fotos de la capital búlgara. Su autor es el joven fotógrafo aficionado Iván Shishiev, quien un día se puso a fotografiar con gran pasión e imaginación cuanto veía en la capital de Bulgaria. Ahora, tres años después del comienzo, su plataforma en Internet disfruta de gran interés y ha cobrado popularidad incluso en los círculos de los fotógrafos profesionales. Las fotos de Shishiev son reales y extrañas a la vez, algunas semejan vetustas tarjetas postales en cuyo dorso puede uno poner la inscripción “Desde Sofía con amor”. El autor ha expresado su cariño cordial por Sofía también en su muestra más reciente titulada “Historias urbanas”, dedicada al 139 aniversario de la proclamación de Sofía capital de Bulgaria y al tercero de la creación de la plataforma “Imágenes de Sofía”.



La apertura oficial de la muestra se produce hoy, 3 de abril, en uno de los jardines más populares de Sofía y permanecerá allá hasta el próximo 10 de abril motivando encuentro y conversaciones sobre la ciudad entre personas de diversas generaciones. Un total de 90 fotos revelan la historia que Sofía ha tenido desde antes de ser capital del país hasta hoy en día. El trayecto que siguen estas imágenes va desde uno de los extremos de la ciudad −el barrio periférico occidental de Liulin−, al otro, −el barrio de Pancharevo−, −al sudeste−, en las cuatro estaciones del año. Los sucesos evocados son de lo más diversos: desde los arrebatos juveniles del amor hasta temas meramente cotidianos como, por ejemplo, la pesca en huecos hechos en el congelado lago de Pancharevo.

En estos tres años desde que existen las “Imágenes de Sofía” hemos montado 7 exposiciones. La muestra actual es la última y la integran fotos totalmente nuevas, dice Iván Sshishiev. Lo que ha hecho famosa esta plataforma no son únicamente las fotos, sino también las histórias plasmadas en ellas. Puedes enseñar cómo has ido caminando por la helada superficie del lago de Pancharevo, pero la historia se vuelve ya interesante para el espectador cuando es narrada por un pescador anónimo. Mis lugares secretos desde los que suelo tomar fotos son todos los techos de la ciudad, o sea, sitios en los que la gente no me puede ver. Me gusta muchísimo, de veras, hacer fotos desde los tejados, nunca utilizo un dron. La vivencia es diferente cada vez que hago esas fotos.



Ha habido casos en que he tenido que salvar obstáculos para encaramarme a edificios todavía en fase de construcción. En otras ocasiones pido permiso a los arquitectos jefes de los edificios que me autorizan subirme al nivel más elevado para hacer fotos desde allá. Todo obedece a la intención del fotógrafo y si quieras mostrar la ciudad vista desde los tejados deberás también asumir las consecuencias de eso. Si pretendes fotografiar los rostros de las personas también asumes un riesgo, ya que uno te puede decir que le gusta verse retratado así y te pida que borres la foto.

El autor ha pasado varios meses seleccionando las fotos a incluir en la muestra “Historias urbanas”. En los tres años de existencia de la plataforma “Imágenes de Sofía”, las fotos ya han pasado a sumar más de 5000. Iván Shishiev está haciendo sus fotos las 24 horas porque sus sitios predilectos tienen su encanto inconfundible durante la noche, un encanto que vale la pena aprehender y perpetuar.

A veces voy fotografiando paisajes, otras veces me voy centrando en los rostros humanos. Mi idea es que en Sofía los seres humanos e incluso los animales forman parte de un organismo urbano común en el que todos vivimos relacionados. Hasta a mí me resulta curioso comprobar que suelo fotografiar los rostros de la gente en primavera y otoño. Se puede decir que en estas épocas del año las personas comienzan a “florecer” en la ciudad. La gente ya no tiene aspecto tan sombrío como en el invierno cuando va bien arropada y bastante inhibida con respecto a sentimientos y colores. Cuando llega el calor, la gente se va entusiasmando y alegrando, y es entonces cuando me gusta también a mí hacer fotos.



Lo que a menudo no acabo de entender es por qué algunos fotógrafos tras hacer fotos de nuestra ciudad suelen luego borrar algunos elementos de las mismas. Por ejemplo, todos sabemos del gran número de cables de comunicaciones que hay entre los edificios residenciales, este cableado es también una parte de nuestra ciudad. Algunos, tras hacer fotos de algún edificio o calle de Sofía, se ponen a eliminar precisamente esos cables. De esta manera rompen la unidad de la respectiva foto. Nadie tiene derecho a mostrar cualquier ciudad tal y como no es de verdad. Las mejores fotos que he visto han sido fuertes e impactantes no por haber sido perfecto su encuadre, sino por haber contribuido con algo a la memoria de la gente. Espero que las fotos que integran la actual muestra puedan tener este impacto a nivel local.

Versión en español por Mijail Mijailov