El tema de la conservación del patrimonio cultural de Bulgaria es periódicamente el centro de la atención pública. Sin embargo, esto a menudo sucede solamente cuando otra joya arquitectónica más que alberga el espíritu y el estilo de una época pasada es demolida o abandonada hasta derrumbarse, debido a la imposibilidad de los herederos de mantener el edificio o a intereses económicos personales, si el terreno se vende. Así, poco a poco las ciudades van perdiendo su colorido y su personalidad, invadidas por cristal y hormigón.

Entre muchos casos de monumentos de la cultura perdidos hay también algunos que son propiedad de personas que no desean destruir sus recuerdos convirtiendo su casa en otro reluciente edificio de oficinas. Ejemplo de ello es la familia del capitán del Ejército Jristo Popov, héroe de la Guerra Serbo-Búlgara de 1885, uno de los primeros alcaldes de Sofía y ministro del Interior del primer Gabinete del primer ministro Vasil Radoslavov. Uno de sus nietos, Stefan Ognyanov, explica la historia de su hogar y la herencia que dejó su abuelo tras su mandato como alcalde de Sofía.

En la época de su mandato como alcalde se inauguró la red de tranvías, que entonces era una instalación excepcionalmente moderna a nivel europeo e incluso mundial. En honor a la verdad, esa red es mérito del alcalde anterior, Dimitar Yablanski, que llevó a cabo gran parte de la tarea; simplemente ocurrió que fue inaugurada en la época de Jristo Popov. En esa época también se inició el reemplazo del alumbrado público de gas a eléctrico, y se creó el diseño del escudo de Sofía que se sigue usando hasta el día de hoy.

La casa de Jristo Popov fue construida en 1897, tras licenciarse mi abuelo del Ejército, estudiar Derecho en Suiza y regresar a Bulgaria, pero antes de convertirse en alcalde. La casa fue su hogar y el de su familia. Así, varias generaciones de mi familia, entre ellas yo mismo, hemos nacido y crecido en ella. El mobiliario de la casa era completamente ecléctico: viejos objetos burgueses mezclados con algunos del socialismo y otros modernos. En el futuro, con toda seguridad planeamos mostrar parte de ellos.

Cuando se construyó la casa de Jristo Popov, la dirección, la calle Rakovski Nº 167, que hoy es el mismo centro de Sofía, se encontraba en un extremo de la ciudad y parte del solar era pantanoso. El hermoso edificio, un monumento de la cultura, se puede ver desde lejos, y se encuentra justo enfrente de la casa-museo del poeta Peyo Yavorov. El autor de “Dos hermosos ojos” era un invitado habitual del capitán Popov, junto con muchos otros miembros de la élite social y cultural de la capital. La restauración de la vivienda casi ha finalizado, y la casa seguirá siendo un centro cultural, aunque con un nuevo nombre: “Lugar 167”. Surgió por casualidad, pero a Stefan le gusta, ya que su objetivo era que no fuera pretencioso. El espacio de arte más nuevo contará con una biblioteca y un espacio donde la gente pueda reunirse, leer y hablar de arte. La inauguración oficial está prevista para el 17 de mayo con la exposición fotográfica “Sueño”, el debut de la fotógrafa Joanna Trayanova. Al borde del realismo y la ilusión, las imágenes detienen la consciencia en el breve momento entre el sueño y la realidad, en el que los sueños se desvanecen y regresamos de nuevo a nuestra vida diaria. La experiencia se completará con una instalación completa de sonido e iluminación.

Versión en español por Marta Ros