El legendario santuario de Orfeo en las cercanías de la localidad de Tatul y el complejo rupestre de Harman Kaya en los montes Ródopes se convertirán en escenario prehistórico de ritos tracios sagrados que con su reminiscencia nos recordarán que ha llegado el 24 de junio –  día de San Juan de verano (en búlgaro Eniovden) –. Con este motivo la Academia Orphica invita a los amantes de los misterios de la Antigüedad a que sigan los pasos de los doctos.

Según las creencias populares, Eniovden se llama también día de san Juan de verano, ya que en la misma fecha la iglesia venera a san Juan Bautista. La leyenda que dice que en la noche anterior a Eniovden el cielo se abre y ocurren milagros, el tiempo la ha trasladado desde la más remota antigüedad hasta el día de hoy. Nuestros ancestros creían que en ese momento las estrellas bajaban a la tierra, confiriendo una fuerza curativa a la naturaleza. Es por eso que las hierbas recolectadas en esa noche mágica tienen fama de ser las más potentes. Y la gente cree que si se empapa de rocío antes de que salga el sol tendrá buena salud un año más. En este día el torbellino en la Tierra y en el Cielo se cruzan –allí donde se entrecruza lo mágico y lo real–, dice el director de la Academia Orphica, Tsvetan Gaid.

Hacemos reminiscencias sin igual que hacen el nexo entre el pasado, el presente y el futuro porque en el mundo de hoy –aunque vivamos en tiempos modernos – es importante que uno conozca sus raíces que se encuentran en la Antigüedad. Solemos decir: “Así se acostumbra”. Pero nos olvidamos que la costumbre tiene también un contenido espiritual y sagrado.

No es casual que Eniovden se relacione con la veneración del Sol y el solsticio de verano porque con el día más largo del año comienza el largo camino hacia el invierno. Según las creencias populares, el Sol se baña por última vez en los ríos antes de que Enio “se ponga el abrigo y se encamine en búsqueda de nieve”. Hoy se sigue creyendo que uno se enferma de 77 y media enfermedades y justo para esa mitad no hay cura. En realidad a ella le corresponde media hierba que puede ser descubierta por el yerbatero más astuto la noche antes de Eniovden. Pero antes de que salga el sol, las mujeres deben comprar las hierbas curativas de las ninfas en un rito especial –ellas colocan en círculo las cestas con hierbas y bailan alrededor de las mismas en silencio. Luego entrelazan ramilletes y coronas que atan con hilo rojo para colocarlos en sus casas y pasan, una a una, por una enorme corona de hierbas.

Cuando hablamos de hierbas, nos es tan importante la fecha 24 de junio, más bien lo importante es la relación entre la conciencia humana y la armonía entre las leyes universales y las fuerzas introducidas en la obra del creador –dice Tsvetan Gaid–. Así que en primer lugar está la actitud hacía lo que se encuentra escondido en las hierbas, la naturaleza, las calamidades.

Versión en español por Ludmila Sávova
Fotos: academiaorphica.org