El documental “105 minutos de Sofía, la historia de la ciudad” evoca acontecimientos cruciales que han ido marcando la historia de ocho milenios de la actual capital de Bulgaria. En este periplo en el tiempo descuellan descubrimientos arqueológicos, acertadas soluciones urbanísticas, obras maestras de la arquitectura y el arte, logros científicos pero, sobre todo, las personalidades que están detrás de ellos.

La cinta inserta en su trama los episodios de la serie documental “Cinco minutos de Sofía” del estudio “Kamen Vo Studio” que inició su trabajo hace 7 años movido por la idea de presentar momentos remarcables, leyendas y artefactos de la historia y la cultura de la antigua ciudad. Mientras las cintas de cinco minutos parecen más bien una visita al taller de un relojero en el que se ve cada detalle, el largometraje por sus trazos gruesos semeja una foto vía satélite, dice el director del filme Kamen Vodenicharov. Su equipo ha optado por los recursos expresivos de la llamada docuficción, una combinación entre lo documental y la actuación de los actores para presentar, como si fueran vivos, los rostros de las personalidades históricas y atribuir al filme un vigor artístico con la ayuda de animación, secuencias documentales y fotos. Los fotogramas iniciales muestra el hallazgo más antiguo-que se remonta al sexto milenio antes de cristo-, un asentamiento antiguo en el actual barrio capitalino de Slátina, y en la última aparece el metro, las calles, todo lo que se está construyendo en derredor nuestro.

En la cinta hay también 77 reencarnaciones de actores: Julia Domna, la emperatriz romana, protectora de Sérdika, el Kan Krum, que incorporó la villa al territorio de Bulgaria, el Kan Omurtag, quien mandó construir las edificaciones más tempranas en el Primer Reino búlgaro, el Sebastokrator Kaloyan, quien nos legó la prerrenacentista iglesia de Boyana, el ilustra historiador Marin Drinov quien propuso a Sofía para capital del país recién liberado del dominio otomano en 1978 etc. También figura entre estas magnas personalidades el Apóstol de la Libertad Vasil Levski. Llevar a la pantalla la imagen del Apóstol siempre entraña riesgo pero su trayectoria vital culmina en Sofía, ya que en el monasterio de Dragalevtsi - del actual homónimo barrio de Sofía-y fundo su comité revolucionario y después en el ayuntamiento de Sofía fue condenado a muerte, señala el director de la película y agrega que se ha encarnado en el papel de Levski el actor joven Sevar Ivanov que por su apariencia se parece mucho al héroe de la historia búlgara. Kamen Vodenicharov recuerda asimismo un hecho significativo de la época en que Bulgaria carecía aún de soberanía nacional. Dice:

Durante la época del renacimiento búlgaro y en las condiciones de vasallaje nuestras bisabuelas y bisabuelos dedicaban una atención extraordinaria a la educación y el primer colegio de doncellas fue creado por la abuela Nedelya precisamente en Sofía, en la casa de cultura “Svetlina”, o sea “Luz””, resalta el director y continúa. ”Sabemos que incluso hoy en día hay pueblos que luchan por que las chicas reciban formación a la par con los varones, algo que los búlgaros habíamos obtenido ya en el año 1852. Es decir , el ansia de educación y de aproximación a los valores culturales de Europa fue fomentado muy temprano, a través de la iglesia y las escuelas, en el seno del pueblo búlgaro y fue un acto general del que fueron protagonistas numerosas personas.

El filme evoca asimismo la historia más reciente de la capital búlgara aludiendo a los sueños de justicia y a las ilusiones tras caída del Muro de Berlín y dista mucho de los devaneos y aberraciones nacionalistas, surgidos últimamente, asegura Kamen Vodenicharov y agrega: El tono nacionalista del pseudo patriotismo que nos asalta por todas partes está tajantemente ausente de esta cinta. Hemos procurado, en cambio, mostrar a los patriotas verdaderos, a los constructores auténticos de la Bulgaria moderna. Se personalidades que cursaron estudios en Europa y en Rusia y luego invirtieron su talento en desarrollar esa capital nueva de Bulgaria a la que se llegó a llamar “La pequeña Viena” y la que en vísperas de la II Guerra Mundial era un auténtico prodigio arquitectónico. Sin embargo, a consecuencia de decisiones erróneas Sofía sufrió bombardeo y quedó destrozada, luego se encaminó en una dirección completamente diferente y tuvo un duro destino. En fin , así es la marcha de la historia. La ciudad se mueve incesantemente en una espiral hacia arriba y hacia abajo y cuando la economía es floreciente y la gente vive bien , de repente todo se viene abajo. Por esto nuestro mensaje apunta a que podamos ver las caras de las personas a nuestro alrededor porque se trata de la Sofía nuestra, del instante que estamos viviendo hoy, aquí y ahora. Recordemos que este ciclo de auge y derrumbe continúa hasta hoy en día. Por esto debemos mantenernos fuertes no sólo cuando estemos abajo y pisoteados sino también cuando vivamos relativamente bien, y no nos fijemos en estupideces.

Versión en español por Mijail Mijailov