Las personas que se alimentan de productos puros biológicos se suelen surtir de éstos básicamente en los llamados mercados de granjeros. Estos emporios existen, sin embargo, únicamente en las grandes aglomeraciones urbanas, y los productores que colocan sus productos en ellos afrontan una serie de dificultades que van desde la suspensión de los subsidios agrícolas hasta los cánones por uso de acera pública.

En el mercado de los granjeros venden su producción propia tanto agricultores como también productores de miel, productos lácteos, pan, dulces, conservas, confituras, vino biológico. No son admitidos a estos mercados mercaderes que oferten frutas, legumbres, bebidas y alimentos extranjeros. ¿Deben, acaso, ser necesariamente biológicos los productos vendidos en estos mercados?

Soy de la opinión de que no es obligatorio que sean de producción biológica, dice Elisaveta Pundeva, de la fundación de agricultura biológica “Bioselena”, que organiza cada miércoles en mercado delante del Ministerio de Agricultura, en Sofía.
Si un granjero no fumiga ni fertiliza sus cultivos podrá igualmente ofertar productos de buena calidad aunque éstos no sean reconocidos oficialmente como biológicos. Tales son, por ejemplo, nuestros productos de origen animal, que son productos tradicionales elaborados únicamente de la leche producida en su propia granja.

Pese a que el control sobre los mercados incumbe a la Agencia para la Seguridad de los Alimentos, desde la fundación están procurando que no se permitan abusos con la venta de productos que no sean propios de los granjeros. Lo valioso en nuestro mercado es que el productor mantiene un contacto directo con el cliente. Se evita así toda una cadena de intermediarios y la producción es vendida a un precio justo, capaz de satisfacer a ambas partes, señala Elisaveta Pundeva.

Para ofertar sus productos en un mercado de granjeros el productor respectivo debe alquilar una mesa cuyo alquiler es diez veces más alto que el que le cobrarían en los mercadillos municipales, asegura el granjero Stoyan Simeonov. Esto es así porque la jornada en que se organiza el mercado está siendo considerada como un evento similar a las concentraciones y los desfiles por el cual se pagan: el canon por uso de acera pública, WC químico, equipo médico, carro de bomberos. En resumen, todos estos gastos elevan en última instancia el precio de los productos.

Stoyan Simeonov lleva diez años dedicándose de manera profesional a la agricultura biológica. Al comienzo sólo atendía dos parcelas mientras que hoy, junto con sus familiares y varios trabajadores, cultiva 11 hectáreas de plantaciones de hoja perenne, alfalfa y hortalizas.

Nuestra granja está situada en la aldea de Lesnovo, en proximidad a la ciudad de Elin Pelin. Si tuviéramos buenos subsidios, seríamos capaces de progresar pero sólo una sexta parte de nuestra granja disfruta de pagos compensatorios por producción biológica. Por esto siempre tenemos años cero, siempre se manejan unos esquemas inventados con los que nos recortan el dinero. Además, van subiendo los precios de la mano de obra, de la energía. Hemos comprado tierras con créditos y hacemos unos gastos cuantiosos en amortizarlos. De modo que uno puede subsistir difícilmente ocupándose exclusivamente de este tipo de agricultura.

Según este agricultor, los cultivos biológicos le reclaman a uno esfuerzos extraordinarios, ya que no se utiliza maquinaria, y las malas hierbas se eliminan manualmente. Al mismo tiempo, las ayudas otorgadas en el marco del programa de desarrollo de las zonas rurales son mínimas del orden de unos 100 euros por hectáreas, y la toma de muestras y los gastos hechos por el órgano de control corren por cuenta del productor. Eso es lo costoso y el dinero se agota siempre con esas medidas, agrega Stoyan Simeonov.

¿Hay algo que él espera del Estado?

En estos 8 a 9 años parece que no he podido esperar nada. Hay ahora dos años durante los cuales no cobraremos subsidios porque no hay dinero. No está claro cómo será el presupuesto para el próximo período programado, cuáles serán los cultivos subvencionados y si se van a agotar los fondos en el marco de esta medida. Total, no estoy esperando nada, procuro apañármelas solo pero no sé hasta cuándo podré aguantar.

Versión en español por Mijail Mijailov
Fotos: Diana Tsankova