Bulgaria podrá acceder a la Eurozona, como muy pronto, el 1 de enero de 2022, ha declarado Vladislav Goranov, ministro búlgaro de Finanzas. Ha expuesto su atrevido pronóstico en el transcurso de un diálogo cívico dedicado a los retos ante el país en su camino rumbo a la Eurozona. Goranov ha recordado que a finales de 2018, siguiendo las exigencias del Banco Central Europeo (BCE) se habían hecho algunas enmiendas clave en la Ley para el Banco Nacional de Bulgaria y la Ley de Instituciones Crediticias a fin de hacer posible la incorporación del país al Mecanismo Europeo de Cambio ERM II. Para el verano del año en curso se esperan también los resultados de las pruebas de resistencia bancaria aplicadas a los seis bancos seleccionados por el BCE para la respectiva inspección, solicitada por el Gobierno búlgaro en julio de 2018.

Los 19 países miembros de la Eurozona, junto con la CE, el BCE y Dinamarca, son los que tienen la clave para el acceso de Bulgaria al Mecanismo Europeo de Cambio ERM II, puntualiza Vladislav Goranov. Si el BCE confirmara la posibilidad de establecer una cooperación estrecha en lo tocante a la supervisión bancaria, pero si nosotros obtuviéramos un respaldo más débil por parte de nuestros socios de la Eurozona, volveríamos a debatir una vez más si habremos de dar este paso.

Con todo, si Bulgaria accediera a la “antesala” de la Eurozona deberá permanecer en ésta por lo menos dos años, puesto que este es el plazo mínimo durante el cual han permanecido en la antesala cada uno de los países que ahora forman parte de la Eurozona, destaca entrevistada por Radio Bulgaria, la eurodiputada búlgara, Eva Maydell.
El que la permanencia más prolongada ahí pueda influir positivamente es algo que depende de las ambiciones del Estado y de sus ciudadanos como también de si estamos cumpliendo los criterios. Es completamente normal que al cabo del período de dos años pueda haber, tal vez, otro año más en el transcurso del cual se vayan consolidando los procesos, es decir, antes de la adopción definitiva del euro.

La adopción por parte de Bulgaria de la moneda común europea redundará en un gran número de ventajas, por entre las cuales Eva Maydell ha señalado la de que Bulgaria contará con acceso al Mecanismo Europeo de Estabilidad que garantizará la seguridad de los ahorros de los ciudadanos búlgaros.

Por lo que se refiere a las preocupaciones de que tras la adopción del euro se vayan a disparar los precios de bienes de consumo y servicios básicos, el ministro de Finanzas de Bulgaria ha comentado que conmociones de esta índole son gobernables y que existen numerosos mecanismos que permiten minimizar semejantes riesgos. Valdis Dombrovskis, vicepresidente de la Comisión Europea ha indicado que ésta respalda los esfuerzos de Bulgaria por llegar a formar parte del mecanismo monetario y, posteriormente, adoptar también la moneda común europea. Dombrovskis ha valorado altamente la voluntad y los resultados que el Ejecutivo búlgaro está logrando en la lucha contra el blanqueo de dinero como también en el terreno de la supervisión bancaria. Al intervenir en el transcurso del debate, el vicepresidente de la CE también ha enfatizado en el problema relacionado con el alza de los precios. A su juicio, ha tenido una amplia difusión y ha calado hondo la opinión de que la implementación del euro acarrea un alza de los precios pero si nos fijamos en los últimos 5 países que han adoptado el euro: Lituania, Letonia, Estonia, Eslovaquia y Malta, comprobaremos que la tasa inflacionaria mensual en ellos se encuentra fuertemente reducida oscilando de un 0,2 % a un 0,6 %, puntualiza Dombrovskis.

Hoy el tema sobre el camino de Bulgaria hacia la Eurozona y el impacto de la adopción del euro en la economía búlgara centra la atención en la tradicional reunión anual de los empresarios con el Gobierno, a la cual asiste como invitado especial el vicepresidente de la CE, Valdis Dombrovskis.

Versión en español por Mijail Mijailov
Fotos: BTA