Hace veinte años, un libro con el curioso título "Nómada digital", circuló por el mercado literario. Pero sus autores, Tsugio Makimoto y David Manners, serían profetas de un fenómeno emergente: cada vez más jóvenes brillantes abandonan el entorno corporativo para vivir según sus propias reglas, en un mundo idílico en el que respiran libremente, ya que las vistas son hermosas, el aire y la comida están limpios, están rodeados de gente que piensa igual que ellos y el trabajo está en su portátil.

A los veintiséis años, Tsvetina Petkova renunció a su carrera como próspera abogada en Sofía, únicamente para ver la otra cara de la esclavitud moderna, como ella la llamó, como azafata en una de las principales aerolíneas de Dubai. Seis años más tarde, Tsvetina reunió a una serie de profesionales amantes de la libertad (ingenieros, arquitectos, expertos en medios sociales y medios de comunicación) con los que compartió sus planes para transformar casas rurales abandonadas en espacios de trabajo para nómadas digitales de todo el mundo.

Tsvetina conviertió la casa de sus abuelos en el pueblo de Zelin, en la provincia de Botevgrad, en su primera "base de operaciones". Desde ahí trabaja como asesora legal y desarrolla su proyecto "Unión Nómada". Junto con gente de ideas afines empezó por transformar el patio en un hermoso rincón lleno de hierbas, flores y vegetales; a continuación arregló la fachada de la casa y organizó sus primeros eventos: yoga, un curso sugestopédico de francés, seminarios sobre alimentación saludable…

En el futuro nos gustaría organizar eventos sobre desarrollo profesional e invitar a mentores y personas con empresas y negocios exitosos, explica sobre sus planes. El objetivo es que las personas crean en sí mismas, que se desarrollen en profesiones independientes y que se ganen la vida con ellas. Cuando trabajan con nosotros desde sus ordenadores portátiles, no solo tienen acceso a eventos empresariales, sino que por la noche también pueden escuchar jazz en vivo, tomar una copa de vino y disfrutar de la vida haciendo excursiones por la montaña, montando a caballo o haciendo “puenting” desde un globo.

Actualmente Tsvetina y sus compañeros preparan campañas de financiamiento grupal y planean con audacia otro proyecto importante.

Nuestro próximo paso será crear una aldea global en cuyo desarrollo participen inversores, empresas o personas individuales, dice ella. Ahí podrán adquirir propiedades para usar durante un determinado período del año, y el resto del tiempo nosotros las gestionaremos y atraeremos a personas de todo el mundo. Para nuestro proyecto “Global Village” hemos elegido el pueblo de Bozhenitsa, a 15 km. de Zellin, ya que tiene acceso a una autopista y el aeropuerto de Sofía se encuentra cerca. Conozco personas con increíbles proyectos de turismo rural, pero lamentablemente prefieren lugares inaccesibles, y aún deben hacerse caminos para que pueda haber escuelas. Sin embargo, difícilmente podíamos arreglárnoslas en lugares tan dejados de la mano de Dios, así que elegimos un lugar con más oportunidades donde las personas puedan tener acceso a proyectos e ideas activas y participen en cambiar el medio ambiente.

Por lo tanto, los residentes locales podrán llegar a los nómadas de profesiones independientes y ofrecer alimentos orgánicos, paseos organizados, excursiones en las montañas hechas y objetos elaborados a mano. Y todos ellos, unidos por lo más valioso de este mundo: la libertad.

De hecho, la libertad implica responsabilidad, porque debes ser capaz de organizar tu tiempo, priorizar tus tareas, aprender constantemente para generar ingresos y aprovechar al máximo tu tiempo libre, añade Tsvetina. De modo que  los nómadas digitales son personas que anhelan la libertad y adoptan medidas concretas para poder llevar esta forma de vida. Además, tienen una buena educación y buensa profesiones, han estudiado y vivido en el extranjero, han viajado, y les impulsa el deseo de crecimiento y mejora personal. Esto les permite elegir libremente.

Versión en español por Marta Ros
Fotos: www.unityhub.co/bg