La muestra “Humo. Historia del tabaco”, montada en la “Villa del tabaco”, de la ciudad de Plovdiv, evoca los 150 años de historia que ha tenido la industria tabacalera en las tierras búlgaras, abarcando desde los primeros rastros de la nicotina en el Imperio otomano hasta las imágenes artísticas en las obras de artistas contemporáneos.
“Pero aquellas caravanas enviadas por mercaderes griegos y que traían el halo romántico de épocas pasadas ya habían dejado de llegar desde hacía mucho. Fueron sustituidas por los camiones de la “Nocotiniana”. Con estas frases el escritor Dimitar Dimov esboza en su novela “Tabaco” un fragmento del extenso cuadro social en el que el negocio de tabaco se convierte con rapidez en motor para la prosperidad económica del entonces joven Estado búlgaro.
Tras la liberación en 1878 del dominio otomano, grupos numerosos de campesinos fueron llegando a las ciudades para trabajar en las fábricas y almacenes tabacaleros, y a su lado iban desempeñándose los búlgaros del mar Egeo, que habían llegado a la patria como refugiados tras las guerras en el período de 1913 a 1918.
El tabaco se transformó en peculiar telón de fondo sobre el cual se fue modificando asimismo la vida urbana: las mujeres se iban emancipando, las sociedad se estratificaba e iba madurando. El humo envolvía incluso las trincheras durante las guerras para trasladarse después a las cafeterías urbanas en las que peñas de intelectuales y artistas se enzarzaban en sesudas polémicas, y transformarse en una invariable imagen cinematográfica.
Todo lo anterior se puede rastrear en las cuatro salas expositivas en las que se ha montado la muestra “Humo. Historia del tabaco”. Están siendo evocadas la época del Renacimientos Nacional, la primera exposición organizada en Plovdiv en 1892, las luchas por la liberación de las tierras macedonias del dominio otomano. Se muestran asimismo imágenes de las huelgas obreras, de las guerras, del “Proceso Renacentistas” (intento del poder de dar nombres búlgaros a la etnia turca) en Bulgaria en el período de 1984 a 1989, de las conmociones sufridas por el sistema totalitario. Los visitantes de la exposición podrán escuchar las palabras de comerciantes de tabaco, de trabajadoras, de representantes de las sociedades de abstemios, observarán secuencias de la Guerra Balcánica, de un simulacro de extinción de incendio en una de las fábricas, de cata de tabaco ante clientes extranjeros.
Las historias se remontan ya a la época del descubrimiento del tabaco, a los años en que éste aparece por vez primera a Europa, y llegan hasta nuestra época y a la reencarnación del tabaco en el arte, dice Svetlana Kuyumdzhieva, directora artística de “Plovdiv , capital europea de la Cutura”. Estas historias conforman la narración integral sobre la relación entre la industria tabacalera y la modernización de Plovdiv, en particular, y de Bulgaria, en general. En la exposición se pueden apreciar fotos de archivo, tarjetas, materiales publicitarios, objetos de las fábricas, retratos y recuerdos de participantes en todo este cuento. También se pueden visionar materiales video y fotogramas de conocidas películas búlgaras.
No es casual el que la exposición se haya montado en uno de los edificios emblemáticos de la Villa del Tabaco, en la que los almacenes, construidos hace un siglo se encuentran ahora, desgraciadamente, desiertos o ya demolidos. Y es que la idea que se baraja es transformar esa zona de Plovdiv en un espacio destinado a la cultura.
El proyecto de la Villa del Tabaco se proyecta a la zona de las antiguas instalaciones industriales en el centro de Plovdiv, dice Svetlana Kuyumdzhieva. Su incorporación al programa de “Plovdiv, capital europea de la Cultura” se orienta a que se dedique atención a esas instalaciones y edificios, olvidados y abandonados, y que en las áreas en sus inmediaciones se desarrollen variadas actividades artísticas, se remocen sus fachadas y se les insufle vida por medio del arte. El problema es que paralelamente con el trabajo relacionado con los eventos culturales van cambiando en ocasiones en forma dramática, las circunstancias relacionadas con estos edificios. Cuatro de éstos, de los cuales dos son particularmente valiosos, son los almacenes del comerciante Dimitar Kudoglu estuvieron en el centro del gran incendio de hace 3 años.
Aquello no nos disuadió antes al contrario, ya que hemos decidido concentrar una buena parte de las actividades, relacionadas con la capitalidad europea de la cultura de nuestra ciudad, precisamente en esta zona, para mostrar que estos edificios, incluso como una propiedad privada pueden generar buenos dividendos por medio del arte y la cultura. Por cierto, está bien que se comente la valía que tuvieron en el pasado pero no hay que olvidar que su futuro depende de las instituciones competentes y de sus dueños. Creo que, tras haber iluminado la luz del foco ese sitio, en este año tan importante para la ciudad de Plovdiv, la suerte que corra se volverá más clara y podrá disfrutar por un tiempo más prolongado de una protección de modo que también se pueda desarrollar el barrio en que se encuentra.
Versión en español por Mijail Mijailov
Fotos: tobacco-city.plovdiv2019.eu
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