La diseñadora Krasimira Stoyneva descubrió el pelo como un material lleno de posibilidades en la escuela de arte de su Plovdiv natal. Años más tarde pudo hacer realidad su fantasía, cuando a los estudiantes de moda de la Universidad del Este de Londres se les asignó la tarea de experimentar con telas y colores no tradicionales. Entonces se le ocurrió que podía usar pelo artificial en lugar de pelo animal, y su idea fue acogida con entusiasmo por los profesores. Así, el pelo se convirtió en su marca registrada y paulatinamente la fue llevando a escenarios prestigiosos, entre ellos el de la Semana de la Moda en Londres.

Elaboro mis diseños dibujando, cortando y rizando, explica Krasimira Stoyneva. Mucha gente ha usado pelo antes, pero lo característico de mi arte es que pinto e imprimo en él. La riqueza de colores permite inventar cosas nuevas.

La creatividad y libertad con la que partió por un camino desconocido ya destacó desde sus años universitarios, cuando Krasimira ganó el premio de la revista Vogue “Musee X Vogue Talents - Young Vision Award”. Ese reconocimiento le abrió muchas puertas: obtuvo patrocinio para una nueva colección y viajó a la India y a capitales de la moda en todo el mundo. 

La colección con la que les impresioné fue la última que hice como estudiante y fue elegida para abrir el espectáculo en la Universidad, recuerda Krasimira. Y sí, el pelo siempre ha estado ahí porque es mi forma de creación. Les gustó la nueva combinación, lo atrevido de los colores y la mezcla de diferentes materiales, entre los que hay tejidos de Bulgaria hechos a mano. Mi colección era muy rica en impresiones relacionadas con diferentes pueblos y grupos étnicos de todo el mundo, una gran "mezcla de culturas". Mi inspiración para esa colección vino de Londres, que tiene una extraña variedad de personas y culturas.

Entre la diversidad de esta ciudad tan cosmopolita, la joven diseñadora conoció también a sus "Reinas futuras", para quienes creó su primera colección. Con ella quería mostrar que soy una chica valiente que desea y sueña, pero que cada mujer puede ser una reina, siempre que trabaje en ello, señala. Los diseños están inspirados en la cantante Rihanna, que luce colores brillantes.

Durante mucho tiempo me pregunté por qué soy tan brillante y tan audaz con los colores, porque algunos de mis atuendos no son para todo el mundo, ni se pueden usar en la vida cotidiana, reflexiona Krasimira. Y me di cuenta de que durante mucho tiempo tuve una voz en mi interior que no podía expresarse. De hecho, mis diseños me ayudan a expresarme, me dan el coraje de ser audaz.

Su sueño es fundar un imperio de la moda que un día heredaren sus tres hijos. Por ahora la diseñadora desarrolla su marca de Londres, donde enseña moda en su antigua universidad, y sus diseños se venden en las boutiques más exclusivas. Pero se le va la vista haciaBulgaria, porque desea volver a su patria. Y ya va tirando piedras en la dirección opuesta, encargando a fábricas búlgaras la elaboración de sus productos. En un futuro cercano, pronto enseñará en otra universidad de Londres, participará de nuevo en la Semana de la Moda en Londres y viajará a Nueva York y Los Ángeles.

En mi opinión, es muy importante encontrarte a ti mismo y lo que te gusta hacer, resume la búlgara. Hay que experimentar, buscar cosas nuevas y no rendirse, porque entonces te conviertes en un diseñador mediocre. Por eso, para ser descubierto profesionalmente, es importante ir constantemente hacia lo desconocido.

Versión en español por Marta Ros
Fotos: archivo personal