La llamada Pascua Equina el pueblo búlgaro la celebra el Día de San Teodoro rindiendo homenaje al caballo, su fiel compañero en las faenas de la vida diaria. Al mismo tiempo, el 16 de marzo, primer sábado posterior al comienzo de la Cuaresma, es una festividad eclesiástica para conmemorar a San Teodoro de Tiro, el soldado romano que murió en la hoguera como mártir de la fe cristiana.

El Día de San Teodoro en la aldea de Voynegovtsi, en las inmediaciones de Sofía, será una festividad abigarrada, vistosa y nostálgica en la cual se practicarán ritos y harán votos por la salud de las cabalgaduras y los jinetes. En horas de la mañana jinetes ataviados con trajes típicos cabalgarán desde el centro del pueblo hasta las instalaciones hípicas donde abrevarán a los caballos y los alimentarán con pedazos de hogazas para luego repartir el resto de ellas entre sus visitantes. Quisiéramos que la gente no se olvide de las costumbres y que las personas de edad más avanzada compartan sus recuerdos con el resto, dice sobre el resurgir de la tradición Ivaylo Ivanov de la base equina de Voynegovtsi.

Al visitar esas instalaciones, los niños podrán acariciar y dar zanahorias a los caballitos, montar, hacerse fotos con trajes típicos ofrecidos por los organizadores y disfrutar de una emotiva jornada en compañía de los nobles cuadrúpedos. Este año la carrera hípica tradicional no se organizará en la base equina. Los médicos veterinarios lo desaconsejan señalando que no hay que mezclar a los caballos por la existencia de una anemia infecciosa en estos animales.

Además, para nosotros es más valioso el vínculo entre el caballo y el hombre, que el espectáculo que implica esta carrera, dice Ivaylo Ivanov y agrega: En el pasado el caballo era un ayudante importante y la gente contaba con él para ganarse el sustento. Por esto lo acataban y cuidaban con esmero de él para mantenerlo siempre en buen estado. Por tradición, el Día de San Teodoro las mujeres se levantaban muy de madrugada y horneaban hogazas de pan para agasajar con ellas a sus paisanos. Se creía que si se demoraban en aquel menester y fueran las últimas en practicar este rito, sus caballos contraerían alguna enfermedad. Los hombres también madrugaban, engalanaban a los cuadrúpedos con adornos, los llevaban al abrevadero y luego se preparaban para la carrera hípica. Después el jinete que triunfaba en ésta iba recorriendo las casas del pueblo con votos de salud y la gente iba alimentando a los caballos con avena y también con maíz y guisantes hervidos, tradicionales para el ayuno en Cuaresma.

Clases de quitación para alumnos principiantes y avanzados, campamentos infantiles de verano, hipoterapia para niños y adultos aquejados por trastornos físicos y emocionales, aplicada por un pedagogo calificado, forman parte de las actividades en este picadero situado en las faldas de la Cordillera de los Balcanes.

Trabajamos mucho y muy intensamente con menores de edad y desde hace años seleccionamos a los caballos más apropiados para ellos en estos cursos de terapia, dice Ivaylo Ivanov. Esto ha rendido frutos, ya que nuestras instalaciones se han convertido en un lugar muy popular de visitas los fines de semana y, además, las mismas se encuentran en proximidad a Sofía y existe un acceso fácil y cómodo a ellas. Disponemos de una treintena de caballos pero no todos se emplean en las clases de equitación o de terapia de los niños ya que algunos de nuestros equinos son bastante briosos y son más convenientes para ser montados por jinetes avezados. Criamos, básicamente, ejemplares de caballos árabes pura sangre a la vez que cruces con esta raza, de genio y comportamiento más sosegados. Son justamente éstos los que empleamos en las clases de quitación para los niños y las personas que jamás hayan montado a caballo.

¿Qué pasa cuando miras a los ojos a un caballo y por qué el contacto con él es tan singular?

La confianza es la cosa más importante en la relación con el caballo, contesta Ivaylo Ivanov. El caballo es un animal muy veloz, muy sensible y muy temeroso y si uno no consigue ganarse su confianza, nunca podrá establecer un contacto con el equino que, simplemente, se escapará. Es que la confianza se va ganando con un buen trato y con un temperamento sereno. Los percances que uno haya sufrido durante el día, no debe transmitirlos al caballo que espera buen trato por parte de su amo y, al comprobarlo, también él se muestra bondadoso y dispuesto a cooperar. Para el caballo, un animal muy leal y sumamente social, la comunicación es primordial. Prefiere formar parte de un grupo con otros de sus semejantes. Es por esto que nuestros equinos andan felices, pues, viven juntos. En los casos en que el caballo es uno solo, el vínculo de éste con su amo es muy recio y el animal siempre acoge a su dueño con muestras de regocijo y admiración.

Versión en español por Mijail Mijailov
Fotos: Archivo personal