El primer estudio formal de la fauna de las cuevas de Bulgaria fue realizado por el académico Iván Buresh en el año 1922, cuando se desempeñó como director del Real Museo de Historia Natural, en la actualidad Museo Nacional de Historia Natural de Bulgaria. La primera sociedad de espeleología búlgara fue fundada el 18 de marzo de 1929 y contaba con 31 miembros.



Desde entonces, la espeleología empezó a desarrollarse en todos sus aspectos: se realizaron investigaciones arqueológicas y geodésicas, se describieron y cartografiaron la mayoría de las cuevas del país. En 1965, Bulgaria se convirtió en cofundadora de la Unión Internacional de Espeleología, la organización espeleológica más grande del mundo, a la que están afiliados 50 países de los seis continentes. En 1973, por primera vez en este país se llevaron a cabo cursos de rescate en cuevas y, poco después, se formó un equipo de rescate de emergencia. Uno de los presidentes de más larga data de la Federación de Espeleología de Bulgaria es el Dr. Pétar Berón, que ha investigado la fauna de las cuevas tanto en el país como en el extranjero. Los bioespeleólogos búlgaros han descrito 866 nuevas especies de organismos descubiertos en 813 grutas. En 1980, en la localidad de Chepelare, en el macizo Ródope, fue inaugurado un museo de espeleología kárstica, único en su género en el sureste de Europa.



En 1980, en Bulgaria se celebró una conferencia científica europea, como reconocimiento de los grandes logros de los espeleólogos búlgaros. El evento, al que asistieron 250 investigadores de 17 países, se convirtió en una especie de puente entre los espeleólogos de ambos lados de la llamada Cortina de Hierro, que hasta aquel momento no habían tenido otras oportunidades de contacto directo.

Unos días atrás, en una reunión conmemorativa del 90º aniversario de la primera sociedad de espeleología búlgara, la Federación de Espeleología de Bulgaria otorgó sus distinciones a los seguidores más activos de la espeleología en Bulgaria y recordó la contribución a esta ciencia de los espeleólogos nacionales. Entre los invitados había representantes de organizaciones similares de Grecia, Turquía, Eslovenia y Croacia. Hoy en día, el movimiento espeleológico búlgaro es el de más rápido desarrollo en toda la Península Balkánica. Bulgaria tiene un papel protagónico en la esfera del rescate de cuevas.

En algunos ámbitos, la espeleología búlgara es líder no sólo a nivel regional, sino también global –comenta Yávor Shopov, presidente de la Federación de Espeleología de Bulgaria– . Nuestro país tiene grandes tradiciones en la espeleología, que, además de ciencia, es deporte y modalidad técnica, ya que el acceso a algunas cuevas es muy difícil. Por ejemplo, acceder a la cueva más profunda de Bulgaria, con más de 540 metros de profundidad, equivale a escalar un ochomil en el Himalaya. Penetrar en la cueva Kólkina Dupka, que últimamente ha sido objeto de investigaciones, lleva nueve días. Para ello dentro se establecen tres campamentos intermedios y se duerme bajo tierra, lo que complica técnicamente la marcha y es un desafío muy peligroso para las capacidades deportivas de los espeleólogos.

Actualmente, la espeleología búlgara está en auge y es más desarrollada que nunca, afirman desde la Federación. Cada vez más jóvenes trabajan en la exploración y la popularización de las grutas de Bulgaria. El joven espeleólogo Pavlín Dimitrov fue distinguido con el más alto galardón de la Federación por sus esfuerzos en la investigación de la cueva más profunda de Bulgaria, Kólkina Dupka, cerca del municipio de Svogue, en el oeste del país.

Soy una de las personas que administra las actividades del club espeleológico del que soy miembro. Además, soy el que motiva a mis compañeros a seguir investigando esta gruta –dice Pavlín Dimitrov– . Es el espíritu de investigar, descubrir y trazar el camino el que impulsa a penetrar en las cuevas. Todos los logros importantes en espeleología se deben a las personas que lo hacen. Al cabo de muchos años de arduo esfuerzo, Kólkina Dupka nos dejó entrar en sus entrañas. Sin embargo, el mayor desafío para el futuro son las decenas de kilómetros que esperan ser examinados, las enormes galerías y salas, así como todas las formaciones que podremos ver en la cueva.

Versión en español por Daniela Radíchkova
Fotos: BGNES, chepelare.org y archivo personal