La visita a Bulgaria de S.S. el papa Francisco transcurrirá bajo el signo de la paz. El santo Padre ha elegido por lema de su periplo evangélico “Paz en la Tierra” calcando este título de la encíclica “Pacem in Terris” del papa “búlgaro” Juan XXIII. El Papa Francisco lanzará desde Bulgaria al mundo su mensaje de paz.

El santo Padre pisará el suelo búlgaro a las 10.00 horas el día 5 de mayo y se trasladará inmediatamente a mantener sus reuniones protocolarias con el primer ministro, el presidente y el patriarca de la Iglesia Ortodoxa Búlgara. Durante la oración del mediodía “Regina Coeli” (Reina de los Cielos), dirigirá al mundo su tradicional mensaje dominical que llegará a todos los rincones del globo en transmisión en vivo y en directo realizada desde la Plaza de San Alexandar Nevski de Sofía. Se espera que para la sagrada misa dominical en la Plaza de Alexander Battenberg se reúnan en un lugar católicos, ortodoxos, protestantes y representantes de otros cultos religiosos para saludar al Sumo Pontífice y compartir con él ese momento feliz y bendito para Bulgaria. Al día siguiente, antes de emprender su viaje a la ciudad de Rakovski, en el sur de Bulgaria, en la que reside una compacta comunidad católica, el papa Francisco visitará un centro de alojamiento de refugiados para testimoniarles a los migrantes su respaldo y caridad. En el templo del Sagrado Corazón de Jesús, en Rakovski, el Santo Padre oficiará una misa en la que niños de la comunidad católica romana recibirán la Primera Comunión. Antes de despedirse del pueblo de Bulgaria el Papa lanzará un mensaje por la paz desde La Pequeña Jerusalén, el espacio entre el templo ortodoxo y el católico, entre la sinagoga y la mezquita en la capital de Bulgaria. ”Desde este sitio el llamado por la paz resonará ante el mundo entero con un vigor especial”, dice el exarca apostólico Jristo Próykov.

“Fue precisamente en Bulgaria donde el legado papal Angelo Roncalli, quien sería el papa Juan XXIII, abrazó la idea de que era posible que personas de diferentes cultos religiosos pudieran convivir en paz −señala Iva Mijáilova, portavoz en Bulgaria de la Iglesia Católica− . Es lo que tenemos en este país, pues cristianos ortodoxos, musulmanes, judíos y armenios llevan siglos conviviendo en paz y tolerancia hasta hoy en día en Bulgaria. Probablemente muchas personas se estén preguntando por qué el papa Francisco ha optado precisamente por Sofía para lanzar este llamamiento a la paz, y la explicación reside en este hermoso ejemplo que podemos dar tanto a los Balcanes como al mundo entero”.

En esta concentración por la paz, al lado del papa Francisco se situarán los líderes del resto de los cultos religiosos profesados en Bulgaria para, en señal de apoyo, reforzar la fuerza del mensaje a fin de que llegue a todos los puntos turbulentos en el mundo, no sólo a las zonas de conflictos armados, sino también a las de sociedades injustas e intolerantes. Únicamente se ha negado a participar el Santo Sínodo de la Iglesia Ortodoxa Búlgara.

“Según los cánones, los ortodoxos no deben orar junto con herejes, y se dan por sentado como tales todos los que no profesan la fe ortodoxa”, ha explicado la postura de la Iglesia Ortodoxa Búlgara el teólogo Iván Zhelev.

“Yo no llamaría a esto un rechazo. La Iglesia Ortodoxa expresa una renuncia a participar en servicios religiosos comunes y en oraciones comunes, pero nosotros no los hemos invitado a participar en servicios religiosos comunes ni en oraciones comunes−comenta, por su parte, Iva Mijáilova− . El patriarca Neófito recibirá al Papa en el Palacio Sinodal. Asistirán también casi todos los miembros del Santo Sínodo que ya han expresado su disposición de dar la bienvenida a su Santidad el Papa Francisco. De modo que, entre ambas Iglesias no hay tensión, y esperamos que la visita transcurra en un espíritu de entendimiento. Además, hasta el 6 de mayo hay tiempo. Dejemos las cosas sin hacer conclusiones definitivas. El Santo Sínodo y el Patriarca no son los únicos representantes de la ortodoxia. Hay cuatro millones de búlgaros ortodoxos, que también pueden participar en el evento por la paz en la plaza”.

En 2002, durante su visita a Sofía, el papa Juan Pablo II exculpó oficialmente a Bulgaria del atentado perpetrado contra él en la Plaza de San Pedro el 13 de mayo de 1981. Diecisiete años más tarde, el papa Francisco colocará a un nivel superior aquella visita, opina la portavoz de los católicos búlgaros.

“La visita del papa Juan Pablo II fue un precedente, pero después de todo era otro Papa, con otras prioridades y en un estado de salud y físico diferente. Mientras que la visita del papa Juan Pablo II era dirigida más a la comunidad católica y a Bulgaria, la visita del papa Francisco está marcada por un evento supranacional que tendrá una repercusión mundial con el llamado a la paz que el papa Francisco quiere enviar desde Sofía. Su visita es más intensa, con otros enfoques, y, al mismo tiempo, orientada más a los búlgaros de a pie. El Papa tiene qué decir a todo aquel que tenga el corazón abierto, deseoso de beber de la fe, la esperanza y el amor que él, como embajador de la paz y de Jesucristo, quiere traer a Bulgaria”.

Versión en español por Mijaíl Mijailov y Daniela Radíchkova