Desde hace ocho años, Plamena Mileva se sumerge en las profundidades de mares y océanos, capturando con su objetivo la belleza de cuento de hadas. Su primera imagen submarina fue de su hijo de tres meses, para inmortalizar los sentimientos maternos más intensos. Y como es artista de formación con un sentido innato del arte y su hobby es el agua, decidió aunar su amor por ambos en una profesión. Comenzó a realizar sesiones fotográficas y su creatividad ha sido ya apreciada y premiada con casi cincuenta premios internacionales, el último, del  concurso internacional de fotografía submarina de Düsseldorf. También cuenta con un récord de fotografía  artística a gran profundidad: 33 metros.

Preparar una sesión de fotos a veces me lleva varios meses y en ella participa todo el equipo, dice Plamena.

Hay que considerar dónde y a qué hora del día tomar las fotos, ya sea con escafandra o en apnea (buceo libre); estudiamos las condiciones climáticas, si corrientes submarinas, probamos el estilismo y el maquillaje… Antes de la sesión de fotos hacemos una sesión informativa y concretamos las señales que hay que hacer bajo el agua si hay algún cambio en el proceso de trabajo. Y el día de la sesión, me levanto temprano y desayuno ligero, luego maquillo a la modelo con maquillaje resistente al agua, hago el estilismo y me dirijo al lugar de la sesión.

En 2014, la fotógrafa quedó en tercer lugar en el Campeonato Mundial de Fotografía Submarina en la ciudad israelí de Eilat con la original idea de usar diversas luces submarinas. Para esa ocasión realizó un estilismo de medusa con iluminación LED incorporada, con baterías colocadas a la espalda de la modelo, y tomó las fotos por la noche. Y cual visión surgida del cielo negro, una etérea criatura de las profundidades bailaba alrededor de la cintura de la amazona envolviendo sus pies como plumón de cisne con sus tentáculos, mientras que en el cielo brillaban dos planetas de brillantes colores.

Las imágenes son de cuento de hadas, tal vez por la ingravidez que hay bajo el agua, continúa Plamena Mileva. Cuando la luz atraviesa la superficie del agua como a través de un espejo, se fragmenta y comienza a reverberar en la figura humana, y esto crea un aire de misticismo. Además, el ambiente acuático siempre aporta un tinte azulado o verdoso que hay que controlar para recuperar el espectro de color con iluminación adicional. Y si sigues bien tu objeto, entonces ese misticismo aumenta aún más.

Sin embargo, ¿se puede obtener una buena fotografía sin la cooperación de los "gobernantes" del reino del mar?

En el agua tú eres el invitado y debes ver ese entorno como algo que te ha abierto sus puertas, responde la fotógrafa. Si te ganas la confianza de las criaturas acuáticas, se amansan y se acercan más a ti. Pero si no, no puedes acercarte a ellas para tomar imágenes estupendas. Así, primero deben aceptarte, y eso a menudo lleva tiempo.

La próxima sesión que tiene prevista Plamena Mileva es la más arriesgada hasta ahora:

Este es un sueño común mío y de Jessica, nuestro modelo española, para quien la criatura más profunda y asombrosa es el tiburón, añade Plamena. Resulta que los tiburones no son tan sedientos de sangre como los vemos en la televisión, y lo que leemos sobre ellos no es cierto al 100 %. Por supuesto, algunos son más peligrosos que otros, pero si no se les amenaza, no atacan. De hecho es más peligroso fotografiar a muchos otros animales marinos, por lo que hay que estar bien informado.

Además de ganar concursos internacionales con imágenes de destinos exóticos, Plamena Mileva también participa en el mundo de la moda utilizando la fotografía submarina. Recientemente ha realizado una sesión fotográfica para la casa de moda Carducci, aportando una nueva visión a la publicidad.

Versión en español por Marta Ros
Fotos: Archivo personal