Las obras de artistas que plasman sobre el lienzo las pinturas más puras y pastorales de su infancia decoran  el primer Salón de arte naíf* e intuitivo de Bulgaria. La colección está ubicada en las dos plantas de la Galería de Arte de Belogradchik, una ciudad de Stara Planiná (los Balcanes), donde la naturaleza también esculpe imágenes, pero en las rocas.

El Salón se ha creado por iniciativa de dos aficionados al arte. Inspirado en museos serbios con obras naíf en Yagodina y Kovachitsa, Daniela Osikovska y el arquitecto Gueorgui Gueorguíev decidieron exhibir dichas obras en la ciudad donde se asentaron hace unos años. Para ello aportaron su colección personal de pinturas, y la galería de arte "Valcho Valchev" de la ciudad contribuyó con donaciones y un área permanente. La exposición incluye 130 lienzos escénicos, dibujos y esculturas de 75 autores de dieciséis países, entre ellos Bulgaria, Italia, Serbia, Polonia, Australia y Nueva Zelanda.

El arte naíf recrea mundos de fantasía como vistos a través de los ojos de un niño. En nuestro mundo pragmático, los artistas logran crear espacios de descuido y pureza espiritual y crear un ambiente.

Hay artistas que crean espontáneamente en un estilo naíf, explica la profesora Ruzha Marinska, estudiosa del arte. En Francia, incluso los llaman "artistas domingueros", porque no tienen una escuela académica, se dedican a otras profesiones y pintan por placer. Pero también existe otro grupo de artistas que se distinguen por una educación académica seria, y que mediante el arte moderno buscan una expresión inmediata utilizando este estilo.

Sin dejarse influenciar por las tradiciones del arte, estos artistas aprovechan sus experiencias personales y recrean sus recuerdos, deseos y sueños.

Los artistas naíf espontáneos recurren a los recuerdos de infancia, a su lugar de origen, a la naturaleza, a las cosas serenas y buenas, y definitivamente evitan el drama de la vida, añade la profesora Ruzha Marinska. Entre los autores búlgaros destacados en este género se encuentra Radi Nedelchev, que comenzó a trabajar en los años 60; en la exposición se presentan tres obras suyas muy bonitas.

Una figura significativa del arte naíf en los últimos tiempos es Rosen Rashev - Roshpaka, cuyas pinturas también son conocidas en galerías y museos extranjeros, ya que, desafortunadamente, esta tendencia en el arte está mucho más desarrollada en el extranjero que en Bulgaria. Incluso nuestros vecinos balcánicos tienen importantes escuelas de arte naíf con grandes nombres, colecciones y museos.

Y apesar de que el art enaíf fue establecido a finales del siglo XIX y principios del XX por uno de sus representantes más destacados, Henry Rousseau, conocido como “El Aduanero” por ser oficial de aduanas, también hay vestigios de este tipo de pintura artística en iglesias de territorio búlgaro.

En nuestros iconos del siglo XIX, se pueden ver interesantes elementos naíf, añade Marinska.  Esos elementos no afectan a los personajes principales, como los santos, pero siempre los hay en el paisaje o en las figuras que los acompañan. En general, se puede encontrar un punto naíf muy simpático en los detalles. Así, el sentimiento por la naturaleza está muy desarrollado en los artistas naíf: árboles, los caballos, ovejas, etc., pueblan generalmente sus pinturas.

La inauguración del Salón de Arte Naíf e Intuitivo en Belogradchik a fines de mayo estuvo acompañada por un “plen air” de artistas búlgaros y extranjeros en el pueblo cercano de Stakevtsi. Las obras de los artistas naíf permanecerán en el pueblo, incluso más que la majestuosa imagen de las Rocas de Belogradchik que ha inspirado a muchos de ellos. La ciudad espera que la única exposición de obras naíf del país atraiga a numerosos turistas. La curadora de la galería, Elena Dzhuninska, está convencida de que quedarán fascinados por el arte que parece el alma del niño.

Versión en español por Marta Ros

(*Arte naíf: corriente artística caracterizada por la ingenuidad y espontaneidad. Del francés naïf, 'ingenuo').
Fotos: Salón de arte naíf e intuitivo de Belogradchik