Coleccionar es un pasatiempo popular al que suelen dedicarse por lo general personas de recursos financieros ilimitados o algunos famosos. Coleccionan obras de arte, armas, coches retro costosos y un largo etcétera de cosas. Semejante pasión, sin duda, implica gastos cuantiosos. Sin embargo, hay también colecciones que no reclaman grandes inversiones de dinero. La mayoría de las veces tienen un valor sentimental y reúnen objetos favoritos que la gente va recopilando desde la infancia. Las canicas, los soldaditos de juguete, el embalaje de las golosinas, las fotos de deportistas o de personajes de películas son una pequeña parte de los objetos valiosos que pueden componer una colección infantil. Para el resto de las personas, la pasión por coleccionar cosas surge mientras van creciendo, tal vez para reavivar el regocijo ya olvidado de la infancia.

¿Qué colecciona la gente cuando se es mayor? Como en el caso de los niños, las opciones son infinitas: se coleccionan vasos de cerveza y para cualquier tipo de bebida, botellas, gorros, gafas, teléfonos, mecheros… Un pasatiempo peculiar es recopilar cajetillas de cigarrillos. Este hobby bastante popular a nivel mundial, tiene adeptos también en Bulgaria. Uno de ellos es Dimítar Gueorguíev de Silistra, en el nordeste del país. Tiene en su colección unas 700 cajas de cigarrillos búlgaras del período de 1904 a 1989. La más antigua, del año 1904, es de la marca Asén II de la fábrica de tabaco Dimítar Mardas de Plovdiv. Además de por sus muestras impactantes, la colección impresiona por la velocidad con la que fue juntada, ya que Dimítar lleva apenas seis años dedicado a este pasatiempo.

Todo comenzó por accidente mientras navegaba en una de las páginas de comercio electrónico –recuerda el coleccionista– . Vi varias cajetillas antiguas y me entró la curiosidad porque nunca había visto una. Creo que eran de los años 40. La primera caja era de la fábrica de tabaco Tyutyundzhiyán de Plovdiv, que producía cigarrillos de la marca President (presidente). Estaba sin abrir. Creo que era del año 1943. Los Garabedyán–Tyutyundzhiyán, junto con los Tomasyán, son una de las primeras familias en abrir fábricas de tabaco en Plovdiv. Al principio, picaban el tabaco ellos mismos, a mano, luego compraron trituradoras a gasolina y poco a poco fueron convirtiéndose en uno de los mayores fabricantes de cigarrillos de la ciudad en los años 1920 y 1930.

Algunas de las cajetillas de especial interés para Dimítar son las que fueron lanzadas al mercado con ocasión de algún aniversario, eventos significativos de la época, foros oficiales y demás, tales como los congresos del Partido Comunista Búlgaro, gobernante desde 1945 hasta 1989, varias reuniones, festividades e incluso el vuelo, en 1979, del primer cosmonauta búlgaro, Gueorgui Ivanov. Pese a que los esfuerzos de Dimítar de encontrar un ejemplar de esta última cajetilla aún no se ha coronado de éxito, él puede presumir de algunas muestras interesantes que se remontan a los años anteriores a 1944, incluidos los cigarrillos Skior (esquiador), Pilot (piloto), Sport (deporte), entre otros. También tiene cigarrillos para el asma y otros, para dejar el mal hábito. Otras de las cajas están decoradas con caricaturas, la mayoría de las veces relacionadas con la publicidad de la marca. A lo largo de los años, las cajetillas de cigarrillos lucían asimismo publicidad de ciudades, pueblos y sitios de interés histórico búlgaros. Muestras de este tipo también integran la colección.

Coleccionar es una pasión que aporta a ampliar el conocimiento del mundo, así como los contactos, enriquece la vida, haciéndola aún más interesante. La colección también puede ser útil para todos si se convierte en parte integrante de un museo. Dimítar Gueorguíev tiene en mente semejante proyecto. Sin embargo, existen algunos escollos de índole tanto económica como histórica, ya que la ciudad de Silistra nunca estuvo relacionada con la industria búlgara del tabaco a diferencia de Plovdiv, que es su centro histórico en Bulgaria. Según Dimitar, es precisamente en esa ciudad donde debería ser montado un museo para familiarizar a la gente con la historia de esta industria en nuestro país. Hasta la fecha, en Plovdiv ha sido organizada una exposición temporal, titulada HUMO. La historia del tabaco, presentada en el marco de la Capitalidad Europea de la Cultura 2019.

Versión en español por Daniela Radíchkova
Fotos: Archivo personal