Veliana Simeonova da cuerpo y alma a los personajes favoritos de cuentos de hadas de la infancia. Los hace con papel maché, capa por capa, con la paciencia de un creador que quiere dar lo mejor a su hijo. Pippi Calzaslargas, Ian Bibian, Alicia y el Sombrerero Loco, La princesa japonesa, las samodivas búlgaras, La doncella nonata, La sirenita, Mary Poppins, El vendedor de esperanza ... Los que conservamos en nuestros recuerdos, o las que vemos a nuestro alrededor en el imaginario actual.

Es inevitable que los personajes de cuento se mezclen tanto con los recuerdos de mi infancia y como con lo que veo hoy, dice Veliana. Simplemente, el mundo y la visión del mismo van cambiando, y nuestra imaginación nos lleva en diferentes direcciones. Por eso los personajes ciertamente conservan algo de la infancia, pero también tienen mucho de mi imaginación actual.

Cuando crea sus miniaturas, Veliana parte generalmente de sus propias preferencias. Unas veces decide dedicar su tiempo a su favorito de entre los personajes de cuentos de hadas favoritos, otras veces se basa en la inspiración del momento y en ocasiones trabaja por encargo. Primero hace un esbozo, luego elabora el esqueleto del muñeco con alambre y a continuación lo “viste” con papel. Presta especial atención a los ojos: están pintados con plumilla y una pizca de brillo les da vida. Excepto el pelo, que es de lana, Veliana hace todos los demás elementos de papel: ropa, sombreros, ramos de flores, maletas, paraguas…

El mayor valor sentimental lo tienen los personajes a cuyas historias vuelvo a menudo, dice Veliana. Pippi Calzaslargas, El vendedor de esperanza, La niña nonata y los antiguos cuentos de hadas búlgaros son probablemente los más cercanos a mi corazón y los que más he leído. Pero por lo demás, todos los personajes de fábula hechos por mí son mis favoritos, así como los que aún no he hecho.

Muchas de las creaciones de Veliana se encuentran en colecciones privadas en Bulgaria, Francia, Italia y Marruecos. Debido a su fragilidad, se conservan en vitrinas. Recientemente, algunos de los personajes de cuentos de hadas vinieron del extranjero para la primera exposición individual de su autora, durante la cual los adultos, con amplias sonrisas y mucha emoción, emprendieron un viaje hacia el niño que tienen dentro.

El papel es un material frágil, pero también lo es la arcilla, por ejemplo, agrega Veliana. El papel es un material algo más especial porque es más complicado de manejar. Y creo que de alguna forma también tiene que ver con el niño que hay en nosotros, que también es difícil de manejar. Ya se sabe que los niños pueden sentir fácilmente cuando algo es falso y poco real. Pero si tengo que establecer un paralelismo entre la infancia y el papel, a los niños les encanta hacer origami, hacer barquitos de papel y echarlos al agua. Desde este punto de vista, el papel es el primer material creativo que utiliza un niño, y quizás, inconscientemente, por eso lo elegí.

El mundo de Veliana es estupendo y maravilloso, pero también muy frágil. Por eso mismo, si no conservamos nuestras experiencias infantiles, ya no seremos personajes de cuento de hadas.

El mensaje es que cualquiera puede ser un personaje de cuento de hadas, siempre que pueda imaginarlo, añade Veliana. A veces nos sentimos frustrados por la falta de deseo, como si creciéramos demasiado rápido y olvidáramos que alguna vez fuimos niños. Y comenzamos a tomarnos la vida demasiado en serio, dejamos de sorprendernos de las cosas que nos rodean y nos vamos quedando rezagados.

Sin embargo, si logramos vivir como personajes de cuento, nuestro propio cuento de hadas siempre tendrá un final feliz, porque en el mundo de la fantasía el bien vence al mal.

Versión en español por Marta Ros

Fotos: archivo personal