Con el olor de flores y por el tierno verdor que apenas cubre la tierra y los árboles, la festividad cristiana de la Entrada de Jesús en Jerusalén es una de las más veneradas en Bulgaria. Se dedica a la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén y se celebra siempre el domingo anterior al de la Pascua de Resurrección. Muy de mañana, los templos se van colmando de la fragancia de las flores primaverales con las que los fieles adornan los iconos de Jesucristo y de la Madre de Dios. Con  una oración esapecial los sacerdotes hacen la consagración de los ramos de sauce, que evocan los de palmera con los que  el pueblo acogía al Redentor. Al término de la misa todos se llevan a casa esas ramitas de sauce, para la salud y la bendición del hogar. La festividad, que se entrelaza con el despertar de la naturaleza, refuerza la solemnidad del principio divino en las almas de creyentes y no creyentes.

El Domingo de Ramos es festejado en cada hogar y este día los búlgaros que llevan nombres que derivan de los de flores, árboles y plantas disfrutan de especial atención por parte de familiares y amigos.

En principio, festejamos este día en un círculo familiar más íntimo −dice Yávor (arce) − . El Domingo de Ramos es una de las festividades cristianas y búlgaras más hermosas porque trae luz, cordialidad y la gente acostumbra celebrarla afuera, en medio de la naturaleza. Este año, sin embargo, esto será más distinto para todos nosotros, y los ánimos festivos no se percibirán tan marcadamente. Es bueno que, pese a las ansias de salir afuera, nos quedemos en casa para protegernos a nosotros y a nuestros familiares. Hay que apretar los dientes por otro tiempo más ya que se trata de la forma única para evitar el contagio. Ahora se van a suceder una serie de magnas festividades cristianas como son la Pascua de Resurrección y el Día de San Jorge. La gente acostumbra celebrarlas rodeada de sus familiares y en grandes grupos de personas, pero este año debemos abstenernos de verdad de tales aglomeraciones de gente y pasar estos días luminosos en un círculo más íntimo de personas.

Es lo que también opina Lilyana Belícheva, cuyo nombre en búlgaro deriva de lirio. Esta vez ella celebrará la fiesta acompañada únicamente por su esposo pese a estar acostumbrada a disfrutar de la atención tanto de hijos y nietos como de familiares y amigos. Ella sí estará en su compañía pero de manera virtual, que es como mandan las medidas de emergencia nacional. El día de esta festividad lo que Lilyana desea es que, al final, Bulgaria supere el pico del contagio y que los enfermos se recuperen:

Deseo grandemente que nos vayamos recuperando y que arribemos todos a la Pascua de Resurrección con una muy buena nueva. Que podamos en lo sucesivo, después del Domingo de Ramos, tener un número muy menor de contagiados y cada vez más personas que se hayan recuperado, ver a mayor número de personas risueñas para que el Sol anide en sus corazones. Es que Dios está con nosotros y está protegiendo a todo el país nuestro.

Domingo de Ramos es una de las fiestas primaverales más hermosas tal vez porque en él celebren su onomástica las personas que llevan nombres de flores, árboles, arbustos −dice Violeta Stoeva, quien también celebra hoy su santo− . Para mí es la fiesta de la tierna mitad de la humanidad, de la mujer. Es por ello que es una festividad tan querida por todos.

Como no podemos salir, intentemos mirar dentro de nosotros en nuestras oraciones durante la festividad, reza el mensaje de Yasen (en español fresno) Danailov.

Adentrarnos en nuestro fuero interno, ya sea en forma de oración, meditación u otra práctica espiritual, es parecido a seguir desarrollando un programa operativo −comenta− . Ojalá este confinamiento nos dé la oportunidad de tomar conciencia plena de todo lo que nos rodea, pero nos faltan sentidos para verlo. Somos parecidos a unos robots que se ocupan de reflejar los sucesos y acontecimientos en la vida sin gestionar lo que está ocurriendo. Ahora tenemos tiempo para reflexionar sobre la vida que nos rodea, conocer a las personas con las que convivimos y darnos respuesta a la pregunta de ¿qué estamos haciendo en esta Tierra? Lo que deseo a todos es que sigan sanos.

Que sigan ustedes sanos es también el mensaje que lanza Radio Bulgaria en la luminosa fiesta cristiana del Domingo de Ramos.

Versión en español por Mijail Mijailov