Por medio de ocho instrumentos financieros diferentes avalados por un recurso público del orden de 2,300 millones de euros, el Estado apoyará las pyme, los trabajadores autónomos y las personas en licencia no retribuida por la crisis generada por la pandemia de Covid−19. Así lo ha manifestado en sesión informativa especial el ministro de Finanzas, Vladislav Goranov, en presencia del primer ministro de Bulgaria, Boyko Borisov.

La primera medida prevé la concesión de préstamos exentos de intereses para así proteger a las personas privadas de la posibilidad de trabajar en las condiciones de la pandemia. La medida se comenzará a aplicar a través del Banco de Desarrollo de Bulgaria y la gestionarán doce bancos comerciales de una desarrollada red de sucursales en todo el país. La medida se centrará en personas físicas y trabajadores autónomos quienes podrán cobrar préstamos de hasta 2,300 euros, con un plazo de gracia de hasta 24 meses y un período de hasta cinco años para la amortización del préstamo. Las personas físicas que postulen a crédito en el marco de esta medida deberán haber trabajado en el pasado mes de marzo durante al menos cinco días hábiles, de ser este el mes en que el postulante había salido en licencia no retribuida.

La segunda medida es la de créditos circulantes no avalados, del orden de unos 153 000 euros, para proporcionar liquidez a pymes y microempresas. Esta medida también será gestionada por el Banco de Desarrollo de Bulgaria a través de los bancos comerciales. El estimado portafolio de los créditos que se otorgue a través de esta herramienta puede ascender a la cuantía de unos 1 000 millones de euros. Entre los criterios para el otorgamiento de estos créditos deben figurar un descenso en la facturación en el primer trimestre de 2020, frente a idéntico período de 2019 y suministros no pagados y suspendidos desde comienzos de marzo de 2020.

El plazo para postular a los créditos en el marco de ambos instrumentos financieros se extiende hasta finales de 2020.

Entre las medidas previstas figura, asimismo, un instrumento de inversiones de capital, que se destina a compañías con potencial para socorrer y restaurar la economía después de la crisis, en especial, en los sectores de las innovaciones y la digitalización. Se trata de unas 400 firmas, básicamente empresas innovadoras emergentes.

Los Fondos de Desarrollo Urbano representan otra herramienta que reviste interés en el período de la crisis. A través de los mismos se podrán apuntalar actividades difíciles de financiar por medio de los circuitos bancarios habituales. Podrán ser beneficiarios de estos fondos municipios entidades público−privadas y empresas de los sectores turístico y transportista, directamente golpeados por la situación originada por el coronavirus.

El ministro búlgaro de Finanzas ha expresado expectativas de que los recursos otorgados puedan servir de un amortiguador de las secuelas negativas provocadas por la crisis.

Versión en español por Mijail Mijailov