El 6 de mayo celebramos en Bulgaria el día de san Jorge el Victorioso, pero esta jornada es igualmente motivo para escudriñar en nuestro fuero interno a fin de comprobar hasta qué punto estamos defendiendo su fe, en qué medida somos capaces de sacrificarnos en aras de nuestros principios, hasta dónde llega nuestro valor para manifestar estos principios en voz alta y poderlos defender. ¿Necesitamos realmente reencontrarnos a nosotros mismos para verificarlo?
Un guerrero joven llegó a triunfar frente al emperador romano Diocleciano, y no lo hizo con armas sino por su martirio, sacrificando su vida por su Dios. A simple vista san Jorge tenía todo a lo que solemos aspirar en nuestro mundo moderno: posición elevada, cargo encumbrado, reconocimiento, riqueza. Sin embargo, renegó de todo aquello en aras de la verdad de que Cristo resucitado era el camino, la verdad y el amor con los que los humanos se pudieran consolar eternamente.
La abnegación, el sacrificio, son la clave para las muchas cosas que podemos hacer en nuestra vida −dice la Dra. Zlatina Karávulcheva, del Centro de Iniciativas Educativas Portales− . No es secreto para nadie el que en la actualidad nos empeñamos por conseguir el mayor número posible de cosas al precio más bajo posible. Sin embargo, no podemos lograr nada, y esto lo revelan la vida y milagros de cualquier santo, si no estamos convencidos de que la causa en la que creemos bien vale un gran sacrificio por parte nuestra. Es que todo se quedará estéril si uno no llegue a sentir el dolor al estar sacrificando algo en aras de su ideal.
San Jorge mantuvo su encuentro personal con Dios y por ello defendió con tamaña entereza y contundencia la verdad, soportando estoicamente los suplicios a los que fuera sometido. A diferencia del santo, hoy Dios no debe de esperar de nosotros tal martirologio. Con todo, aun sin disponer de este testimonio viviente de nuestra fe en Dios, podemos, al menos, hacernos la pregunta en qué vale la pena insistir para renunciar a nuestras comodidades y patentizarlo.
Cualquiera de nosotros tiene algo que ha zaherido su conciencia, que le ha dolido fuertemente y que le escuece constantemente −prosigue la Dra. Karávulcheva− . Si fuera algo que ha calado tan profundo en nuestra conciencia, como sería una injusticia hacia nuestros familiares, hacia nuestro pueblo, entonces no sería bueno tragárselo para que esta conciencia no turbara el sosiego de nuestro día a día. Cuando en nuestro derredor se cometen actos de injusticia, esta conciencia reprimida acaba convirtiéndose en una bomba de relojería que más temprano que tarde hará explosión en nuestro cuerpo. Es por ello que la conclusión más sustancial que hemos de sacar es la de no hacer oídos sordos a lo que nos dicta nuestra conciencia y encontrar fuerzas para sobreponernos al miedo.
La verdad es que nosotros muy a menudo tememos tenderles una mano a quienes, inocentes, sufren por las injusticias. A hacerlo preferimos expresar nuestra indignación en las redes sociales para así no abandonar la comodidad ni esforzarse y, en ocasiones, hasta atreverse a socorrer a alguien.
Cuando la sociedad no vive en tiempos de crisis la gente se está relajando y se sumerge en sus problemas prosaicos −comenta la Dra. Karávulcheva− . Sin embargo, cuando se vuelve densa y tensa la época histórica, se ve quién había edificado qué en el tiempo en que la sociedad no había estado confrontada con hacer una opción crucial en momentos de persecuciones, de guerras u otras pruebas. Y es que la actual epidemia es una tal prueba en la que van aflorando muchas cosas y, por la forma en que cada uno de nosotros está resistiendo tamaña adversidad, se notan victorias menores que habría logrado en épocas más serenas. Si no llegamos a ser héroes en nuestro día a día, si no hemos logrado nuestros pequeños triunfos en la lid contra nosotros mismos, contra nuestro propio egoísmo, no acabaremos triunfando en la gran batalla de la vida.
Versión en español por Mijail Mijailov
Según documentos otomanos, cerca del actual pueblo de Bivolyane, en el municipio de Momchilgrad, vivían más de 500 derviches que se formaban en el ribat de Elmala Baba. El centro religioso fue famoso en su día por ser el mayor centro de derviches..
Brasil es probablemente uno de los destinos para emigración menos popales entre los búlgaros. El estándar de vida en el Estado no es tan alto, pero nuestros compatriotas que optaron por vivir allí tienen una cualificación muy alta. Muchos de ellos son..
El Museo Etnográfico Regional de Plovdiv abre sus puertas con motivo de la 6ª edición de la Semana de la Artesanía Tradicional, según han anunciado los organizadores del museo. La inauguración tendrá lugar el día de San Juan (24 de junio), que en la..
La Asociación BG Sé Activo ( BG Badí akíven ) invita a ONG-s, clubes deportivos e instituciones educativas a promover la organización de actos de..
Bulgaria está entre los países de la UE en los que la mayoría de personas con educación superior trabajan con un contrato de trabajo permanente. Según..
Con el verano y las olas de calor que se apoderan de las junglas de hormigón que habitamos, la mayoría de la gente busca el frescor cerca de diferentes..