Como consecuencia de la actividad humana, dos tercios de la superficie del océano y tres cuartos de la tierra han sufrido considerables cambios. En el periodo de 2010 a 2015 han desaparecido 32 millones de hectáreas de bosques. En el marco de los próximos 10 años una de cada cuatro especies conocidas puede desaparecer del planeta. Los científicos son categóricos en que, al infringir el equilibrio de la naturaleza, los humanos crean condiciones perfectas para la transmisión de virus de animales a personas. Según los estudios, un 75% de todas las enfermedades infecciosas que aparecen en las personas son zoonóticas. Una prueba de ello es Covid–19, cuya propagación se debe a la pérdida de diversidad biológica. Si un sistema ecológico es abundante en especies, resulta más difícil que los patógenos se propaguen a causa de la barrera natural que crea la diversidad de especies.
Por esta razón este año el tema del Día Mundial del Medio Ambiente es la biodiversidad. El objetivo es que la humanidad adopte medidas activas contra la extinción acelerada de especies y la destrucción de la naturaleza.
“En el contexto del resto de los países europeos, en Bulgaria el cuadro es optimista −opina Spas Uzunov, experto en la Dirección de Protección Medioambiental en la Fundación Biodiversidad− . Nuestro país se ubica en uno de los primeros cinco puestos en Europa por la diversidad de formas de vida, hábitats y ecosistemas. Durante la última década, el intenso desarrollo de la vida económica en Bulgaria ha planteado la pregunta de cuáles son las políticas que aplicamos y qué es lo que hacemos para preservar esta riqueza. Observamos especies cuyo número va reduciéndose, los hábitats están siendo destruidos. La destrucción de los hábitats es el factor más relevante para la disminución de la biodiversidad a escala mundial. Cuando construimos hoteles en el lugar de estos recursos no renovables, perdemos asimismo turistas”.
Es indicativo el reflujo de turistas nacionales, que optan por los países vecinos por la naturaleza preservada. Las dunas en ruinas de Ajtópol, la escandalosa construcción cerca de la localidad protegida Pantano de Alepu, la tubería de Varna, las obras de construcción en la zona protegida de Iraklí: todo esto está causando oleadas de descontento. También generaron descontento las enmiendas preparadas a la Ley de Biodiversidad,que regula la gestión de las zonas en el marco de la Red Europea Natura 2000.
La comunidad científica, así como un gran número de organizaciones ambientales,condenaron las enmiendas como “promovidas por un grupo de presión” y orientadas a intereses privados.
“Se otorgan poderes absolutos a la Empresa local y nacional para gestionar la biodiversidad −señala el experto− . Las enmiendas prevén la exclusión de las organizaciones de científicos de los organismos que diseñan las medidas para la protección de especies y hábitats protegidos. Al mismo tiempo, se otorga plena libertad al ministro de Medio Ambiente. Vemos los resultados de todo ello en la costa del mar Negro y en otros lugares”.
Otro hecho preocupante es la extinción masiva de las abejas a causa de la agricultura intensiva.
“Se trata de una disminución dramática en el número y la diversidad de estas especies. Las pesticidas y fertilizantes artificiales que se usan en la agricultura son una de las causas, pero no la única. La destrucción de los habitáculos, el cambio climático y los OGM también aportan a la extinción. Todos estos factores provocan la reducción drástica de los polinizadores, y sin ellos no pueden funcionar ni los sistemas ecológicos ni nosotros como civilización”.
A pesar de esto, con muchos esfuerzos, las organizaciones ambientalistas consiguen desarrollar proyectos exitosos para la preservación medioambiental. Este año dos de ellos llegaron a la final del Concurso a los Premios Natura 2000, organizado por la Comisión Europea. Se trata de la iniciativa para la protección de los bosques antiguos en 145 zonas protegidas de Natura 2000 y el proyecto para la recuperación de la región del Danubio de WWF.
Versión en español de Hristina TásevaFotos: Pixabay, Facebook /Spas Uzunov
La trigésima tercera misión polar búlgara zarpa hacia la Antártida para continuar sus estudios científicos en cooperación con estudiosos de distintos países. Por primera vez a bordo del buque científico santos hermanos Cirilo y Metodio se encuentran..
No hay estadísticas exactas sobre el número de búlgaros en el extranjero, pero un informe del Ministerio de Asuntos Exteriores del año pasado indica que hay unos 2,8 millones de búlgaros viviendo fuera del país. Según el censo de 2021 realizado..
La Embajada de Francia y еl Instituto Cultural Franc és reunieron a científicos que compartieran su experiencia en relación con los retos científicos en la Antártida y la lucha contra el cambio climático. Socios del evento eran el Instituto Polar..
El Festival de Navidad de Sofía se inaugura esta noche en el parque frente al Palacio Nacional de Cultura, en el corazón de la ciudad. La tercera edición..
La usurpación del patrimonio cultural e histórico es una de las múltiples e inevitables consecuencias en cada conflicto militar tanto en plan histórico..