Las protestas exigiendo la dimisión del Gobierno y del fiscal general Iván Gueshev van cobrando repercusión cada vez más extensa en el extranjero, tanto en los medios informativos como también en el seno de la diáspora búlgara.

Bulgaria permanece en el corazón de todos los búlgaros en el extranjero, pero una buena parte de ellos se resisten a retornar a este país hasta que se opere un cambio radical en la gobernanza de la nación. Así lo han manifestado a Radio Bulgaria los coorganizadores de las protestas en la ciudad germana de Múnich y en la capital austríaca, Viena. Movidos por esta motivo ellos se van incorporando en forma activa a las manifestaciones de descontento cívico y no tienen la intención de renunciar a ello. En la capital austriaca hasta se ha formado un grupo especial, del que forma parte Dimítar Mollov:

”La idea de nuestra organización apunta a mostrarle a Europa y al mundo en general lo que está ocurriendo en Bulgaria −explica Dimítar− . Un día podría contar con representación en Sofía y “presionar” a todas las administraciones del Estado con respecto a temas de importancia para nuestros compatriotas. Nuestra organización no tiene bajo ningún concepto una vinculación política. Somos unos patriotas búlgaros auténticos y todo lo que hacemos lo hacemos de forma voluntaria”.

El domingo se organizará la tercera acción de protesta de los búlgaros en Viena, y por segunda vez será en forma de un desfile que discurrirá por una avenida céntrica y culminará frente a la Catedral de San Esteban, uno de los símbolos de Viena. Los organizadores esperan que el desfile se convierta en una peculiar carrera de relevos, a la que se sumen búlgaros residentes en otras ciudades del mundo:

”Hasta ahora han confirmado su apoyo a esta idea búlgaros residentes en Londres, Oslo, Colonia, Praga, Berlín, Madrid, Montreal y Viena −agrega Dimítar−. Esperamos que se incorporen a nuestra iniciativa también nuestros compatriotas en las ciudades germanas de Stuttgart y Múnich, como también de ciudades de Italia y España. Queda un par de días hasta el domingo y esperamos que se activen también otros búlgaros del extranjero. Tenemos previsto enviar una petición conjunta a las instituciones europeas”.

Va camino de convertirse en una tradición también la movilización de los domingos de búlgaros frente a la Embajada de Bulgaria en Berlín.

Para el 2 de agosto, los búlgaros en la capital bávara, Múnich, preparan una segunda acción de protesta, que también se desarrollará en forma de un desfile. Miroslav Tódorov, uno de los organizadores, espera que se incorporen unas 200 personas. Han sido invitados búlgaros de todo el estado federado de Baviera. Junto con las exigencias generales, los búlgaros de Múnich reclaman también reformas en el Ministerio de Asuntos Exteriores de Bulgaria.

”Este Ministerio, pese a los cambios ocurridos a lo largo de los años, no es lo que debería ser para una comunidad como es la de los búlgaros en el extranjero −dice Miroslav Tódorov− . Lo que pretendemos es un diálogo cívico y, sobre todo, trabajo desplegado a nivel local con el fin de abrir mesas electorales en todos los lugares en que quepa su existencia. Exigimos asimismo un comportamiento adecuado por parte de los cónsules generales de Bulgaria”.

Versión en español por Mijail Mijailov

Fotos: archivo dw