En plena Navidad, 25 de diciembre, 25 libros fueron dejados a guisa de regalos para los vecinos de Sofía en otros tantos monumentos de la capital. La iniciativa y la materialización de la misma han sido obra de la Editorial Krug (en español, círculo), el fotógrafo Iván Shishiev y el escritor Alexándar Shpatov. El objetivo: proporcionar una grata sorpresa, razón por la cual no se hizo divulgación anticipada de la idea, han comentado los promotores a la emisora regional de Radio Nacional de Bulgaria. Los libros guardaban relación con las personalidades a las que están dedicados los monumentos.
”Todos los libros han sido descubiertos y la gente se los ha llevado; algunos incluso en cuanto los dejamos”, ha comentado Iván Shishiev, expresando la esperanza de que su ejemplo sea imitado.Los búlgaros conocen muy bien las causas y las consecuencias del cambio climático. Pero no están informados sobre las contramedidas. Es lo que demuestran los datos del país, de la última, sexta encuesta climática consecutiva del Banco Europeo de..
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