La aldea de Shishentsi, próxima a la ciudad de Vidin, está ubicada en el punto más noroeste de Bulgaria y dista solo 5 kilómetros de la frontera con Serbia. Según los datos más antiguos, la aldea fue fundada en el siglo XIX por el abuelo Shishko, de la ciudad de Teteven, con quien llegaron y se asentaron en la villa familias enteras de aldeanos suyos del centro de Bulgaria. Así, Shíshentsi se convirtió en la una de las villas más pobladas de esta parte de Bulgaria, y contaba con casi 2.000 habitantes. 

En la actualidad allí viven unos 50 ancianos. A consecuencia de los tristes acontecimientos entorno a la colectivización a principios de los años 50 y, posteriormente, por la falta de sustento, muchos de los habitantes abandonaron la aldea. Desde mediados del siglo pasado Shíshentsi tiene la lúgubre fama de lugar habitado por fantasmas y hadas del bosque, en la cual se pueden oír extrañas canciones nupciales. Todo esto provoca la imaginación de buscadores de misterios de todas las edades. Desde esta época datan los rumores de que la aldea es lugar en que se reúnen hadas del bosque por lo cual Shishentsi encabeza la clasificación de los lugares más misteriosos en Bulgaria.

Muchos artículos se han escrito para revelar los fenómenos paranormales en torno a Shíshentsi. Hay otros tantos vídeos y películas dedicados al mismo tema. Las historias de fantasmas que recorren las calles de la deshabitada aldea por la noche han atraído a un gran número de turistas que desean aseverarse de su veracidad. Narcisa Nedyálkova, exsecretaria de la casa de cultura de la aldea cuenta más detalles sobre los inverosímiles fenómenos que suceden allí. 

“Junto con las hadas del bosque se oye algo que parece música pero su origen se desconoce. De ello versa la última película que fue grabada aquí bajo el título Perdidos en Bulgaria. Nadie sabe decir qué sucede en nuestra aldea, es posible que sean extraterrestres. Seguimos oyendo música nupcial y alboroto, y estos sonidos se vuelven más frecuentes en época de fiestas. El tráfico de aviones sobre la aldea ha hecho que los sonidos se oigan con menos frecuencia que antes”.

Es triste que dentro de unos 20 años la aldea de Shíshentsi probablemente se convierta en un recuerdo. 

Las leyendas y las tradiciones de cientos de años no podrán conservarla. La tranquilidad que crea la naturaleza no es suficiente para hacer que los jóvenes retornen a la zona fronteriza y se asienten allí.

“La atmósfera aquí era muy agradable, alumnos de 3 aldeas vecinas estudiaban en la escuela de Shíshentsi, pero eso fue hace 50 años, recuerda Jristina Kálcheva, teniente de alcalde. Ahora la escuela está destruida. No podemos construir nada porque no hay gente. Los habitantes de la aldea son ancianos, de 65 años y más, y predominan los que tienen entre 80 y 90 años. Hay solo 4 personas que trabajan. Tenemos una residencia para estudiantes que podría convertirse en asilo para ancianos, pero no hay personas que trabajen en él. No hay jóvenes y la aldea desaparecerá cuando ya no haya ancianos. Sería bueno que el Estado respalde el desarrollo de esta región fronteriza. Solos no podemos hacer nada. Espero que algún día la aldea resucite. Aquí la vida es muy tranquila. La naturaleza está muy bien conservada, pero sin habitantes el turismo no se puede desarrollar”.

Versión en español de Hristna Táseva