Si son curiosos y desean conocer Bulgaria más allá de los habituales clichés turísticos les recomendamos que visiten los siguientes museos que les sorprenderán y enriquecerán sus conocimientos acerca de las tradiciones búlgaras y el patrimonio cultural del país.

Museo del Yogur en la aldea de Studen Izvor

El yogur búlgaro, cuya fama está difundida por todo el mundo, ha sido glorificado en un museo único en su género. Se ubica en una casa de más de 200 años en la aldea natal del doctor Stamen Grigorov, que en 1905 fue el primero en describir la bacteria Lactobacillus bulgaricus, que provoca la producción del producto lácteo saludable y de bajas calorías.

Museo del asno en la aldea de Gurkovo

La idea de su creación está vinculada con el rally que se celebraba en los años 70 del siglo XX en carruajes bellamente pintados tirados por asnos. Los visitantes pueden ver muestras auténticas  relacionadas con el asno, animal que fue el principal ayudante en el trabajo agrícola de nuestros ancestros, y ver qué es un trillo. La atracción principal es un asno disecado que recibe a los visitantes en la entrada. 

El apartamento rojo en Sofía

Bienvenidos a la época del socialismo tardío de los años 80 del siglo XX. En el centro de Sofía podrán trasladarse a otra dimensión. El apartamento-museo recrea la casa típica que habitaban las familias medianas búlgaras durante el socialismo. Todo ha sido retocado hasta el último detalle, comenzando por el antiguo televisor, los manteles para la mesa de madera, hasta el antiguo teléfono y los muebles obsoletos de colores oscuros. El museo es un hito entre los turistas extranjeros.

Museo Parque Plioceno, cerca de la aldea de Dorkovo

Por fuera el aspecto del edificio semeja el de una antigua colmena. Por dentro podrán ver de cerca un impresionante mastodonte en tamaño real que parece vivo. Los visitantes pueden teletransportarse 5 millones de años atrás en la época del Plioceno tardío. De entonces datan los hallazgos descubiertos en el cementerio prehistórico cerca de Dorkovo. En el Museo se exhiben huesos de smilodones, rinocerontes prehistóricos y varias otras especies interesantes y desaparecidas hace millones de años.

Museo de la Minería en la ciudad de Pernik

Es parte de una galería subterránea de 630 metros de longitud donde entre 1891 y 1966 se extraía carbón. Los visitantes se ponen los cascos protectores y se adentran en la antigua mina. Aquí se exhiben distintos tipos de locomotoras y vagonetas para pasajeros, herramientas auténticas utilizadas por los mineros, equipos y teléfonos de la mina. En la entrada del museo se conserva un árbol petrificado de más de 50 millones de años conocido como el árbol de la felicidad. Otrora, al entrar en la mina, los mineros tocaban el árbol para que les trajera buena suerte.

Museo del Vino cerca de Pleven

Una fría cueva en el parque Kailaka acoge una bóveda hospitalaria donde pueden catar diferentes especies de vinos nacionales. Y no solo esto. La enoteca del museo conserva vinos que son viejos de 30 a 90 años. Integran su colección 6.000 botellas de vinos más recientes recolectados de todo el país.

El submarino-museo de la ciudad de Beloslav

"Gloria" es el nombre del último submarino búlgaro que fue convertido en una muestra museística. A bordo de la embarcación, la tripulación realizaba entrenamientos navales y ejercicios internacionales.

Aparte de los camarotes de los oficiales y el puesto del comando, los visitantes pueden ver una mesa quirúrgica con instrumentos para realizar operaciones. 

Versión al español de Hristina Táseva