El cuarteto Slavey (Ruiseñor) celebra el tercer aniversario de su fundación, tiempo en que el conjunto ha consolidado la fama y los éxitos del canto de cámara folclórico búlgaro, un auténtico fenómeno en el arreglo polifónico de las canciones tradicionales.

La historia

En 1991 la cantante folclórica Nadka karadzhova (1937-2011), de la región de Pazardzik, reunió las voces de Svetla Karadzhova (su hija), Liliana Galevska (representante de la región de Tran) y Stoyanka Lalova (intérprete de la tierna música de Tracia). Las cuatro solistas del conjunto folclórico nacional Filip Kutev echaron los cimientos de lo que sería el cuarteto Slavey. Con el pasar de los años se produjeron cambios y a fecha de hoy al lado de Svetla y Liliana están Kristina Karamfilova y Vanya Vakary. Todas ellas son cantantes profesionales que dominan los estilos interpretativos característicos de la música folclórica búlgara. 

Es impresionante participación del cuarteto en conciertos

Son múltiples las giras del cuarteto Slavey en Europa, Asia, América del Norte y del Sur y África. Es impresionante asimismo la discografía de las cantantes: tienen editados 18 álbumes, han realizado más de 80 grabaciones para el fondo sonoro de Radio Nacional de Bulgaria y múltiples vídeos. Son promotoras del concurso nacional Canta el polluelo, dedicado a la creadora del conjunto, Nadka Karadzhova, que abandonó este mundo en 2011, así como del concurso del internacional en línea Luces y Talentos. La formación es portadora de prestigiosos premios y distinciones como Siglo de oro, del Ministerio de Cultura, Lira de Cristal, Medalla de Oro y de Plata de la Unión de Músicos y Bailarines de Bulgaria, la estatuilla Fenómeno de Bulgaria y de la Fundación Fenómeno, entre otros. 

“Durante la pandemia, el cuarteto Slavey no ha dejado de trabajar. Nadka Karadzhova escogió las voces con gran maestría, y así, a lo largo de 30 años, el cuarteto ha difundido el folclore búlgaro por el mundo. La idea de escribir el libro Los Ruiseñores de Bulgaria: destino de ángeles data de unos 4 años. El cuarteto es famoso por su música por el mundo entero, encantamos al público con los bellos trajes folclóricos búlgaros. En el escenario los melómanos pueden apreciar una paleta de voces, belleza y trajes. Los ruiseñores de Bulgaria tienen destino de ángeles ya que difundimos la bondad y la belleza de nuestra Bulgaria por los cuatro continentes.

El cuarteto ha visitado Japón en cuatro ocasiones. Allí tenemos muchos amigos y una sociedad del cuarteto Slavey. Hemos ofrecido un gran número de conciertos en Francia, hemos visitado ese país en 20 ocasiones en un año. Después de los conciertos hay personas que nos saludan y tocan nuestros trajes. Una anciana una vez me besó la mano y me dijo: “Son fantásticas, son magníficas, traen la luz cuando cantan”. El cuarteto Slavey es luz, música y amor. Me siento feliz de formar parte de estas bellas voces”.

Versión al español de Hristina Taseva