La población de Bulgaria ha disminuido en 1 500 000 personas en los últimos 10 años, indican los datos del último censo de la población realizado por el Instituto Nacional de Estadística a finales de 2021. Si se conservan las tasas de mortalidad, natalidad y emigración, en 2030 se espera que la población de Bulgaria sea de poco más de 6 500 000 de personas, alarman los expertos. 

“Bulgaria está perdiendo su población”, ha dicho en Radio Bulgaria el sociólogo Dimítar Ganev, de la agencia demoscópica Trend. Un estudio sociológico llevado a cabo recientemente por la agencia ha demostrado que para el 91 % de los búlgaros los bajos ingresos constituyen un problema sumamente grave. “Tal vez esta sea una de la principales causas por la emigración y la fuga de cerebros de Bulgaria”, afirma Ganev y agrega:

“Por tradición, en todos los estudios realizados a través de los años el problema número uno en el país siempre han sido los ingresos. Ocupa el segundo lugar la sanidad, y en los puestos tres, cuatro y cinco están temas vinculados de alguna manera con la crisis demográfica, como la tasa de natalidad, la emigración, etc. Lo que me llama la atención es que una gran parte de los búlgaros encuestados apoyan unas eventuales medidas relacionadas con la disminución de los impuestos para los jóvenes. El aumento de los pagos extra para los menores goza del apoyo del 80% de los encuestados”.

A juicio de Dimítar Ganev, la prioridad de cada gobierno búlgaro son los votantes, o sea “las personas que nacieron en Bulgaria, viven en el país y representan un grupo social lo suficientemente nutrido para apoyarlos en las próximas elecciones”. Lamentablemente las políticas estatales orientadas concretamente al apoyo a las familias con niños quedan en segundo plano, dice Ganev y agrega que una parte de las medidas en la lucha contra la crisis demográfica no están relacionadas obligatoriamente con la asignación de medios del Presupuesto Público, sino con enmiendas legislativas:

“Una de las iniciativas clave es atraer a personas residentes en el extranjero, o sea la llamada diáspora búlgara, no solo en Europa Occidental, sino de Macedonia del Norte, Moldavia, Ucrania, los lugares donde haya búlgaros étnicos. No se trata solo de dinero, sino de una política estatal competente que promueva enmiendas legislativas que respalden a estos búlgaros y a los extranjeros que trabajan en Bulgaria. Lo que me decepciona en este caso es que no veo que se haga nada en esta dirección.

¿Saben lo agobiantes son los trámites que debe llevar a cabo un búlgaro de Besarabia, Moldavia o Ucrania para venir a trabajar en Bulgaria? Debe pasar por una odisea administrativa. ¿A quién le hace falta esto? Mientras tanto, Bulgaria y el sector empresarial afrontan una permanente escasez de mano de obra.

En Bulgaria existe un profundo pesimismo con respecto al futuro del país y una considerable parte de los argumentos están relacionados precisamente con la crisis demográfica, opina Ganev.

“En este sentido considero que la crisis demográfica es parte de las causas que generan este pesimismo profundamente arraigado en el país. Si viéramos a un número mayor bebés que nacen y que después acceden al mercado de trabajo y generan nuevas ideas, entonces probablemente este pesimismo no existiría en tal medida. Por su parte el pesimismo también incide en los procesos demográficos en Bulgaria. Esto significa que el país ha entrado en una espiral y esto no es una buena noticia”, termina diciendo el sociólogo Dimítar Ganev.

Versión al español de Hristina Táseva