Historias personales del pasado, grabaciones de la vida cotidiana de la gente común, celebraciones, vacaciones e incluso viajes al extranjero. El proyecto "Cineclub Súper 8" nos invita a echar un vistazo al siglo XX a través del prisma del cine documental doméstico. Las películas de aficionados han conservado fragmentos de la vida en Bulgaria desde la década de 1930 hasta finales de la década de 1980. Un grupo de entusiastas recopila las antiguas películas de vídeo, las restaura y las digitaliza. Luego las suben a su canal de YouTube, y así es como estas tomas de la historia reciente de Bulgaria pasan a formar parte del espacio digital y de la memoria colectiva del mundo.

La directora Neda Milanova es la cofundadora del proyecto, junto con otras tres personas relacionadas con el cine o la fotografía y apasionadas de las películas antiguas de aficionados. Así surgió la idea de crear un archivo de rollos de película en formato de 8 y 16 mm, así como de las llamadas películas Súper 8.

"Nuestro objetivo es recopilarlas en un solo lugar, ya que estamos convencidos de que forman parte del patrimonio cultural búlgaro, y por el momento no existe ningún otro archivo con un contenido similar. Las estamos digitalizando para que puedan llegar a la gente", explica Neda Milanova a Radio Bulgaria, y añade: "Nuestras cintas más antiguas son de 1932, se conservan solo tres. Se rodaron fuera de Sofía. Las imágenes son de Hisarya y Bansko. Muestran la vida del pueblo, hay vendimia, paseos junto al río. Es muy interesante ver cómo se vestía la gente, cómo vivía...".

La colección del "Cineclub Súper 8" cuenta ahora con un archivo de 200 películas donadas. Algunas de ellas relatan historias como un viaje a un pueblo en el coche familiar Lada, vistas de la costa búlgara del mar Negro antes de ser transformada por el hormigón, una manifestación en Sofía en conmemoración del 9 de mayo, una joven cortándose el pelo en el cuarto de baño y un hombre burlándose del jefe de Estado Todor Zhivkov en la cena de Nochevieja. ¿Qué revelan estas imágenes silenciosas y parpadeantes de una época que se desvanece cada vez más en nuestra memoria?

Vean el vídeo con imágenes de aficionados sobre la vida de los adolescentes en la Bulgaria de los años 70:

"Cerca del 80% de nuestro archivo son cintas de recuerdos familiares. Tenemos celebraciones de Año Nuevo, el 8 de diciembre, viajes, vacaciones. Tenemos muchas bodas, bautizos y todos los momentos importantes de la vida de la gente en aquella época". Pero como era difícil acceder a esa tecnología, éramos selectivos con los momentos que grabábamos. No filmábamos todo, sino lo que considerábamos más importante", explica Neda Milanova. Añade que, como cineastas, para ella y sus colegas es especialmente emocionante ver cómo se rodaba una película desde un punto de vista puramente cinematográfico.

Resulta que, además de documentales, el archivo del "Cineclub Súper 8" también incluye largometrajes aficionados rodados por entusiastas que han puesto toda su creatividad y sinceridad en su trabajo casero.

"Lo más interesante para mí personalmente son estos intentos de cine aficionado experimental. Por ejemplo, adolescentes en casa intentando hacer su propia película, creando sus propios títulos, declarando al final de la película quién es el director, quién es el guionista, etc. También hay una gran sinceridad en ellos", dice Neda Milanova.

Confiesa que se siente como una detective del tiempo cuando cae en sus manos una nueva cinta, porque nunca sabe qué descubrimiento puede hacer. Junto con sus colegas, organizan proyecciones públicas de las películas caseras con la idea de compartir historias personales del pasado que aún no se han contado. El Cineclub forma parte de Inedits, una organización internacional que reúne a artistas en un esfuerzo por preservar y difundir el cine aficionado de archivo en Europa.

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Versión en español por Borislav Todorov

Fotos: "Cineclub Súper 8"