En el día de hoy, los cristianos ortodoxos veneran a santa y mártir Zlata de Múglen. Vivió durante el yugo otomano en la segunda mitad del siglo XVIII y se sacrificó por la fe en Cristo.
Zlata de Múglen nació en una familia búlgara pobre en el pueblo de Slatino, diócesis de Múglen, que hoy está dentro de las fronteras de Grecia. Era hermosa, pero humilde, y era famosa por su piedad y pureza de corazón. Un día, un joven turco la secuestró e insistió en que renunciara a su fe, se convirtiera al Islam y se casara con él. Sin embargo, la muchacha se mantuvo firme incluso cuando su familia fue amenazada de muerte.
Durante un largo período, Zlata de Múglen fue sometida a prolongadas torturas. Finalmente, la ahorcaron y desmembraron su cuerpo. Con el alma purificada a través del sufrimiento, se presentó ante el Señor el 18 de octubre de 1795.
Santa Zlata de Múglen fue reconocida como gran mártir y es venerada en todo el mundo ortodoxo.
Por idea del historiador, el Profesor Plamen Pavlov en 2009, santa Zlata de Múglen o Zlata Muglenska fue elegida como la protectora celestial de los búlgaros en el extranjero. La Agencia Ejecutiva para los Búlgaros en el Extranjero estableció en su nombre un premio a la Mujer Búlgara del Año. Este premio se otorga a compatriotas que han contribuido a la preservación y el desarrollo de la conciencia nacional y la identidad cultural de las comunidades búlgaras en todo el mundo.
Diana Tsankova
Versión al español de Borislav Todorov
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