Radio Bulgaria ha invitado al profesor de la Universidad de Sofía, prof. Zdravko Popov, para comentar las relaciones de Bulgaria con los países balcánicos vecinos en 2023. El prof. Popov es uno de los fundadores y el primer director del Instituto Diplomático del Ministerio de Asuntos Exteriores. Siguiendo los acimuts geográficos en el sentido de las agujas del reloj, comenzando desde el norte, nuestra conversación parte de Rumanía.

La agresión rusa en Ucrania ha bloqueado la navegación en el mar Negro. También ha atascado el tráfico en la frontera búlgaro-rumana, lo cual se ha convertido en un problema logístico para la Unión Europea y la OTAN.

"Sí, así es. Resulta que un río nos separa realmente de forma tan natural, tanto económica, e incluso yo diría que también culturalmente. Mi observación es que dialogamos relativamente poco con Rumanía, aunque de vez en cuando se nos recuerde que compartimos un destino común. Como lo fue nuestra adhesión a la UE y ahora a Schengen. Es extraño, porque me resulta difícil encontrar grandes coincidencias en las políticas que siguen ambos países y en la forma en que se comunican con el resto de países de la UE.

Bulgaria y Rumanía van por caminos diferentes pero en la UE existe el prejuicio de que estos dos países, cuando tienen un problema, deben compartirlo y resolverlo juntos. La guerra de Ucrania y todas las turbulencias del entorno internacional nos obligan a buscar formas de acercamiento con países con los que tenemos una familia en común, y a encontrar vías de cooperación bilateral en todos los ámbitos. La construcción de un tercer puente entre Bulgaria y Rumanía sobre el Danubio es importante no sólo para el desarrollo infraestructural de la región, sino también para Europa:

"Hay que diversificar las rutas que pasan por Bulgaria en dirección a Europa. Hay una ruta tradicional que pasa por Belgrado, otra pasa a través de Rumanía. En cualquier caso, Rumanía es el país que está más cerca de nosotros en términos de pertenencia a Europa, pertenencia a la OTAN, cooperación en el mar Negro, y políticas relativas a esta región en general. Y, efectivamente, debería haber muchas carreteras de conexión entre Bulgaria y Rumanía, y deberían construirse puentes. La guerra en Ucrania ha desviado muchas de las rutas asiáticas que ya no pueden pasar por Rusia y ha puesto a prueba las rutas conectadas con el Cáucaso, con Turquía. Bulgaria se ha convertido en un gran embudo que tiene que asumir un tráfico cada vez mayor", señala el prof. Popov. El profesor rechaza rotundamente que las instituciones europeas estén considerando a ambos países como un conjunto.

Para Bulgaria, las relaciones con Turquía se han enfocado en el problema de los inmigrantes ilegales, que son un obstáculo para la adhesión a Schengen. Pero las relaciones de buena vecindad con Turquía tienen mucho más potencial que ese.

"Hagamos lo que hagamos, pensemos lo que pensemos, Turquía seguirá siendo nuestro país vecino y es un vecino importante. Turquía es, por así decirlo, un geodestino. Esto supone que hemos de reforzar la cooperación con Turquía en muchos ámbitos y en términos de cooperación económica y seguridad en el mar Negro, que es un tema crucial hoy en día. Hablamos de la vecina Turquía, pero, al fin y al cabo, todos son vecinos a ambos lados del mar Negro. Turquía es un jugador importante en la estrategia de seguridad del mar Negro. Al ser una especie de mediador entre Oriente y Occidente, si se quiere, incluso entre Rusia y Estados Unidos, debemos superar algunos de nuestros prejuicios y actitudes, fruto de la historia, y mantener una cooperación fructífera en todos los ámbitos. No podemos dar la espalda a nuestro vecino simplemente porque no es miembro de la UE. Eso es una frivolidad. Si queremos tener una política exterior balcánica significativa que esté vinculada a nuestros intereses nacionales y a los intereses de la región, deberíamos tener una cooperación muy activa en todos los ámbitos con el Estado turco. Esto no puede sino repercutir en la política y las cuestiones migratorias".

Las buenas relaciones con los vecinos son también un factor importante para el desarrollo de las regiones fronterizas de Bulgaria. En 2023, se ha mantenido la tendencia de que Kardzhali sea el único distrito fuera de la capital con un crecimiento demográfico mecánico. ¿Continúa el retorno de ciudadanos búlgaros desde Turquía?

"No debemos olvidar que, independientemente del modo en que abandonaron Bulgaria como consecuencia del proceso de "renacimiento", estas personas seguían de algún modo vinculadas a Bulgaria. Muchos de ellos conservaron su propiedad y bienes inmuebles, y tienen parientes en Bulgaria. Han permanecido unidos, si se quiere, en términos de lengua, educación, amistad. Demasiados lazos que les mantienen en esta, por así decirlo, “doble situación”. Deberíamos tener una política más perfilada hacia ellos y el Estado búlgaro no debería dejar esta política en manos de un solo partido. Debería ser una política de Estado y formar parte de las relaciones estatales. Los turcos búlgaros son uno de los instrumentos de cooperación con Turquía. Ellos son, precisamente, uno de los puentes. Y ellos mismos ven este doble beneficio de estar allí y aquí al mismo tiempo: disfrutar de algunas pequeñas oportunidades, o de los beneficios que da la pertenencia de Bulgaria a Europa".

En la segunda parte de la entrevista el prof. Popov hablará de la cooperación estratégica entre Bulgaria y Grecia, las relaciones con Macedonia del Norte y el camino específico de Serbia hacia la Unión Europea.

Autor: Ivo Ivanov

Versión en español: Alena Markova

Fotos: ankasam.org, BTA, BGNES, AFP