Cuidar a las personas mayores que a menudo entran en pánico porque han olvidado el camino a casa. Este sentimiento de empatía es el que mueve la iniciativa de los "calcetines inteligentes", con que los alumnos del Club de Robótica de la Escuela "Panayot Volov" de Shumen quieren ayudar a las personas en tercera edad, a vivir su vejez más fácilmente.
"Aunque aún seamos niños, nos interesan los temas sociales", dice Larisa Martinova. Y explica el contexto de su idea:
"Nuestro proyecto va dirigido a personas con problemas cerebrales: demencia, autismo… Lo emprendimos porque pensamos que en Bulgaria estas personas están muy desatendidas por la sociedad y no se pone suficiente esfuerzo por ayudarlas. Y para ayudarlas es necesario invertir mucho dinero".
La idea es colocar en los calcetines de la persona mayor en cuestión un rastreador que siga su ubicación. El dispositivo es relativamente barato y se puede comprar fácilmente en Internet.
"El rastreador transmite la información en una app programada anteriormente por la empresa que lo fabrica y que lo ofrece", explica Larisa. "El dispositivo puede indicar en todo momento dónde están las personas que llevan los calcetines". Simona Ganeva se une a la conversación, diciendo: "Decidimos poner el rastreador en calcetines de punto porque queríamos combinar las tradiciones búlgaras con el propio proyecto. Además, los calcetines no son tan fáciles de quitar, por ejemplo en plena calle".
Y como esta parte del proyecto requiere una dosis de creatividad y unas habilidades alejadas del entorno habitual de la mayoría de los jóvenes, Plamena Nedelcheva toma las riendas en la parte práctica, encargándose de tejer.
"Aprendí a tejer con mi abuela y por eso he sido bastante útil en este proyecto", dice Plamena, "enseñé a las chicas cosas que no todo el mundo sabía hacer. La profesora de inglés también fue de gran ayuda - ella también hace punto y sabía tejer calcetines, así que nos enseñó exactamente cómo era el proceso de elaborarlos".
Una vez los prototipos de calcetines están listos, se les coloca el chip de seguimiento. Esta es una solución que requiere de elegancia y practicidad a la vez, comenta Laura Marinova:
"Al calcetín acoplamos un bolsillo cuyo tamaño coincidía con el del rastreador GPS. Después metimos el dispositivo y colocamos un parche de velcro para poder ponerlo y quitarlo, por ejemplo, cuando hubiera que lavar los calcetines".
Movidos por el altruismo, los alumnos del Club de Robótica tuvieron la idea de los "calcetines inteligentes", impulsados además por un motivo personal:
"Nos inspiramos para hacer este proyecto en particular porque tenemos familiares y amigos con enfermedades cerebrales y queremos ayudarles no sólo a ellos sino también a sus seres queridos", explica Simona.
Las chicas están satisfechas con las primeras pruebas y esperan que muchas personas se beneficien pronto de su producto.
Autor: Diana Tsankova, con el reportaje de Deyan Gergovski de BNR Shumen
Versión en español: Alena Markova
Fotos: BNR Shumen
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