Un joven de 24 años que es ciudadano de Italia y que nunca ha vivido en Bulgaria desea transmitir el amor por la lengua materna y por la lejana patria a los niños búlgaros en Roma. Para Gueorgui Dimitrov, Bulgaria no es una noción abstracta y su trabajo como profesor en la Escuela Dominical "Asen e Iliya Peykov" en Roma es una causa que va más allá del compromiso profesional habitual. “Me siento búlgaro al 100% a pesar de haber nacido en Italia, el país donde he vivido toda la vida”, dice categórico este joven.
Sus padres se asentaron en Italia en 1995, en la ciudad costera de Anzio, cerca de la capital italiana. Su madre es de la región de Lovech, su padre es de la región de Vidin en el noroeste de Bulgaria. Siempre han hablado solo en búlgaro y por esto Gueorgui domina el idioma a la perfección, sin acento o una entonación extranjera. El joven acude a las clases de idioma y cultura búlgaros en la Universidad La Sapienza y transmite con entusiasmo sus conocimientos a los alumnos de la escuela dominical búlgara.
“Se trata de niños que tienen raíces búlgaras o son de matrimonios mixtos y desean mantener vivo el lazo con Bulgaria”, dice Gueorgui Dimitrov y agrega:
“Al principio era muy difícil porque nunca he estudiado el búlgaro en la escuela. Domino el idioma sin conocer su gramática. Gracias al lectorado logré adquirir los conocimientos necesarios y no dejo de perfeccionar el idioma. Por esto puedo ayudar a los niños a superar las dificultades que afrontan a la hora de aprender el búlgaro. Los alumnos hablan, pero no dominan la gramática, esto me pasaba a mí al principio. Además, la mayoría de los menores se comunican solo en italiano.
Es verdad que durante los recreos hablan en italiano, pero nosotros, los profesores, siempre les animamos a utilizar el búlgaro. Por otro lado, consideramos que nuestra escuela es el lugar donde traban amistades con sus compatriotas. Esto es muy importante para mantener el lazo con Bulgaria”.
La enseñanza del idioma y el trabajo como profesor son las áreas a las cuales Guerogui Dimitrov desea consagrar su camino profesional. Aparte del búlgaro en La Sapienza estudia el ruso, el serbocroata y el esloveno. ¿Cuáles son sus oportunidades como profesor de búlgaro e idiomas eslavos en Italia?
“Creo que el ámbito en el cual pueden ser aprovechados estos idiomas es muy amplio y tengo perspectivas, dice Gueorgui Dimitrov para Radio Bulgaria. Que yo sepa existe interés hacia las traducciones del búlgaro. Por ejemplo, hay una casa editorial que se llama Voland y que traduce intensamente a autores búlgaros como Gueorgui Gospodinov y autores clásicos búlgaros. Estos nombres eslavos suenan de una manera exótica y esto despierta el interés de los italianos. Por otro lado, el búlgaro es un idioma “pequeño” por lo cual la literatura búlgara es menos popular en comparación con la europea. Esto no significa que sea menos valiosa. Afrontamos la competencia de las literaturas inglesa, francesa y de otras literaturas”.
A juicio de Gueorgui, los italianos no saben casi nada de la cultura búlgara y las noticias que llegan a Italia desde Bulgaria son escasas. Por esto el joven habla siempre de su patria y de sus logros. ¡Incluso ha logrado incentivar el interés de un amigo suyo para estudiar el búlgaro en la Universidad La Sapienza!
Traducido y publicado por Hristina Táseva
Fotos: Veneta Nikolova, archivo personal
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