El símbolo de la Pascua de Resurrección, el huevo rojo y de otros colores, hace tiempo que se ha convertido en símbolo de la ciudad de Bosilegrad. Esta pequeña ciudad serbia, próxima a la frontera, está poblada sobre todo por búlgaros étnicos que llevan más de 30 años organizando el Festival Pascual Infantil. En su centro está “el combate” con huevos pintados y el más duro y resistente de éstos es declarado vencedor. 

La Pascua de Resurrección en Bosilegrad trae gran alegría a los niños y precisamente esto es lo que reúne a niños búlgaros de distintas partes de la Península balcánica. La culminación tiene lugar el día de la Pascua de Resurrección, cuando comienzan los juegos con los huevos pintados pero el festival se ha consolidado en el programa cultural de la ciudad gracias a la gran variedad de eventos cultuales que se organizan en su transcurso. El arranque simbólico este año tiene lugar el 2 de mayo, con la participación de artistas y creadores de Bulgaria. El programa se desarrollará hasta el Martes Luminoso, cuando será anunciado oficialmente el vencedor a quien le ha tocado el huevo pascual más duro y habrá una despedida solemne con los huéspedes.

Nadie duda de la hospitalidad de los búlgaros en Bosilegrad. El Festival Pascual Infantil es un intento de unión, que al igual que una mini asamblea infantil, reúne a niños de todos los países balcánicos. Los organizadores se han ocupado de la tarea de garantizarles la posibilidad de viajar miles de kilómetros.

Alexander Dimitrov de Bosilegrad se ocupa del programa del festival y, además, mantiene contacto con los visitantes y los socios en el extranjero durante todo el año. “Ya podemos celebrar nuestro éxito después de tantos años ya que logramos organizar el festival tal como nos lo imaginábamos cuando comenzó”, dice con orgullo para Radio Bulgaria.

“A decir verdad, después del aniversario que tuvimos el año pasado, cuando el festival reunió a más de 700 menores de cerca y de lejos, ahora es mucho más difícil organizar la nueva edición. A pesar de esto abrimos nuestras puertas para recibir a nuestros amados huéspedes. Este año vienen los grupos de la lejana Besarabia, incluidos los de Ucrania, algo que es muy importante para los niños de allí. De esta manera tratamos de coparticipar en la situación en la cual se ven obligados a vivir. Tenemos un contacto tan cercano con los búlgaros de las diásporas en el extranjero, la comunicación es fluida y esto propicia la organización del festival. El nivel de la organización es muy bueno teniendo en cuenta los recursos de los cuales dispone Bosilegrad. Logramos todo esto con mucho trabajo fe y puro entusiasmo”. 

La fiesta pascual en Bsilegrad ya tiene su formato consolidado y el programa siempre se desarrolla en el marco de 6 días. “Aprovecho el momento para invitar a todos los búlgaros, están bienvenidos. Si no tienen una idea dónde llevar a sus hijos para las fiestas pascuales pueden visitarnos. No se arrepentirán y estoy seguro de que el próximo año vendrán de nuevo”, dice Alexander Dimitrov de Bosilgrad.

“Еl año pasado organizamos un evento muy interesante, un plein air con la participación de tres renombrados fotógrafos: Asen Velikov, Vihren Gueorguiev y Vladislav Chanev. Con sus obras montamos la exposición que inauguramos durante el festival. 

Se titula Bosilegrad-antes y ahora. Incluso tenemos la idea de que la exposición visite las capitales de distintos países balcánicos. La exposición muestra la belleza de las aldeas próximas a Bosilegrad. Aparte de la arquitectura en las fotografías están presentes personas que se vistieron de los trajes típicos para la región. Ellos llenaron de vida las calles, la iglesia, la escuela monacal, y el espíritu búlgaro y las antiguas tradiciones. La muestra es una mirada diferente hacia esta vida a través del prisma de los tres fotógrafosa".

El domingo comienzan los primeros combates con huevos decorados. El lunes tendrán lugar las finales. Entonces un total de 64 huevos finalistas serán rotos al son de un programa musical alegre y divertido.

Traducido y publicado por Hristina Táseva