No son muchos los juegos en los cuales el protagonista central es el huevo. Si buscamos información, sin embargo, encontraremos una tradición poco conocida que se conserva en el territorio de la actual Besarabia donde viven búlgaros étnicos.
“En una línea se colocan todos los huevos, cada jugador participa con un huevo. Después, con una pelota de tenis los jugadores tratan de empujar alguno de los huevos fuera del marco en el cual están colocados. Cada huevo que abandona el marco es un trofeo para la persona que dio en él. El juego se organizaba en las calles. Para cada huevo se hacía un agujero de arena y tierra y se colocaba en posición recta”, cuenta la etnógrafa de Moldavia Galina Manolova.
Una interesante publicación de la colección de Radio Bulgaria nos invita a visitar a los búlgaros en Moldavia. Allí pueden leer lo que cuenta la investigadora sobre este juego pascual casi olvidado que jugaban nuestros compatriotas de Besarabia, así como sus votos de paz y luz para todos nosotros.
Se les llama próceres porque despiertan el espíritu búlgaro y el orgullo nacional. Encienden la chispa de la autoconciencia y la pertenencia a la comunidad búlgara, inspiran la fe y ahuyentan el desánimo, para unir a los búlgaros en la creación y..
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Despejado
Nubes dispersas