La cultura y las tradiciones autóctonas búlgaras, que hasta hace poco parecían exóticas para el resto del mundo, se están convirtiendo poco a poco en parte de la cultura mundial del siglo XXI.

Después de que la lyutenitsa búlgara y la tradicional banitsa fueran denominados delicatessen en el País del Sol Naciente, y de que la revista Vogue elogiara la belleza de Sofía, clasificándola entre las principales capitales culturales de Europa, ahora es el mayor encuentro de creatividad y artesanía, el que vuelve a mostrar interés por la identidad búlgara.

Auténticos productos hechos a mano, que entretejen las tradiciones nacionales búlgaras con elementos de la vida cotidiana del país y con milenios de historia, han traspasado las fronteras de Bulgaria para formar parte de la exposición de la Bienal Homo Faber, que se celebrará en Venecia hasta el 30 de septiembre. La organizadora es la Fundación Michelangelo de Suiza y la sede de la exposición será la hermosa isla de San Giorgio Maggiore, en Venecia. Alrededor de 70 países presentarán obras de arte de maestros y joyeros en 10 salas de exposiciones que llevarán nombres como "Nacimiento", "Infancia", "Amor", "Viajes", "Sueños", "Diálogos" o"Celebración", y que estarán englobadas por el lema "El camino de la vida".

El objetivo es recrear aquellos momentos más íntimos de la vida, tan reales y tan cruciales a la hora de definir el sentido de nuestra existencia, y tan mágicos a la vez - pues tienen la capacidad de transformar los contornos del tiempo y del espacio, al contener en sí un extraño poder de atracción que nos resulta irresistible.

"La Fundación se interesa no tanto por los autores de éxito, como por aquellos que son embajadores de nuestra identidad búlgara", recalca Rosina Pencheva, presidenta búlgara de Homo Faber, y añade que este acontecimiento es realmente importante para Bulgaria puesto que presenta al país en la escena mundial.

Los tres búlgaros que formarán parte de la Bienal de este año serán Dimitar Stankov, joyero búlgaro que trabaja en Bélgica y que a menudo recrea la tradición búlgara en su obra; Lyudmil Yordanov, creador de máscaras Kuker; y la estudiante de diseño de interiores Yana Tsenov, que figura entre los jóvenes guías elegidos por concurso. La tarea de estos tres representantes búlgaros consistirá en dar a conocer a los visitantes la fascinante historia de las obras expuestas y de sus autores.

Dimitar Stankov es uno de los pocos afortunados que la Fundación ha elegido presentar por segunda vez para proseguir la evolución de su trabajo. En una conversación con el compañero Bozhidar Yanev, él nos habló de la inspiración que le llevó a crear la obra para esta Bienal:

"Yo tuve la suerte de que me volvieran a seleccionar. El trabajo que hice para esta edición fue diseñado específicamente para el tema de la sala 'Celebraciones'. Me inspiré en la tradición japonesa de beber sake y en toda la historia que rodea este ritual y la comunicación entre las personas, y combiné todo eso con la tradición búlgara. Hay una gran diferencia entre los joyeros de Europa y los de Bulgaria. Los de Europa occidental están más especializados. Algunos sólo se dedican a engastar piedras, otros sólo pulen, mientras que los joyeros búlgaros tienen una formación mucho más amplia y en la mayoría de los casos fabrican toda la pieza y son capaces de hacerlo todo ellos mismos - desde trabajar con cera, hasta fundir y engastar las piedras. Por suerte, tengo la oportunidad de continuar con la tradición búlgara y de tener una formación más completa en cuanto a técnica. Definitivamente, eso da mucha libertad. Quiero que cada pieza esté elaborada enteramente por mí para poder recrear con ella el sentimiento, la historia, el estado de ánimo que busco y hacérselos llegar al espectador".

La copa de sake ritual de Dimitar Stankov puede verse en la sala "Celebraciones", como él mismo señaló, y las dos máscaras Kuker de Lyudmil Yordanov estarán expuestas en la sección "Sueños". El propio autor nos revela cuál es la diferencia entre ellas y de qué materiales están hechas:

"Una de ellas es una máscara Kuker de souvenir y la otra es una máscara ritual que participó en el festival folclórico "Surva" de este año y en varios festivales. El último de ellos fue en Corea del Sur (un festival de cultura y danza) donde, junto con mi grupo de survakari, estuvimos de invitados para representar a Bulgaria. Las máscaras están hechas enteramente de materiales naturales: madera y piel de oveja y, para que den más miedo, les añadimos cuernos de animales cuyas especies no peligran. Yo me crié en una familia de artesanos que honran las tradiciones búlgaras, y soy kuker de tercera generación. Durante más de medio siglo, mi familia lleva participando en la celebración de las fiestas “Surva”, en la elaboración de las máscaras de los survakari y en toda clase de festivales tanto en Bulgaria, como en el extranjero".

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La Bienal Homo Faber de San Giorgio Maggiore en Venecia, acogerá a sus visitantes durante todo el mes de septiembre - un mes en el que la tradición cultural búlgara formará parte de la escena mundial de la artesanía.

Autor: Desislava Shapkarova, con la entrevistas de Bozhidar Yanev, de BNR-Radio Sofia

Versión en español: Alena Markova

Fotos: el equipo de “Homo Faber” / Rosina Pencheva