Desde hoy, 27 de septiembre, Bulgaria de nuevo entra en una campaña electoral de 30 días. 28 partidos y 11 coaliciones han depositado documentos en la Junta Electoral Central para participar en las nuevas elecciones parlamentarias anticipadas, pero a fin de cuentas el 27 de octubre lucharán por el apoyo de los ciudadanos 22 partidos y 9 coaliciones.

La nueva campaña electoral no podrá sorprender con nada a los electores búlgaros hartos de votar, ha comentado para BNR la politóloga profesora asociada Tatyana Burudzhieva. 

“Después de estos 3 años y de la séptima campaña electoral, con la frecuencia que observamos, decir a las personas que es muy importante votar para apoyar unas esperanzas para el futuro sin que suceda algo, crea un abismo muy grave entre los políticos y los ciudadanos”.

Será muy difícil motivar a los pesimistas para ir a las urnas, quienes, a juicio de los sociólogos, sumanun 60% delelectorado. Los optimistas que van disminuyendo o sea el llamado electorado firme de los partidos, según las últimas encuestas de Gallup International Balkan, suman un 20% de las personas que tienen el derecho a votar. La baja participación electoral reduce la representación del futuro Parlamento y el número necesario de los votos para superar el umbral del 4% para entrar en la Asamblea Nacional. Esto eleva las posibilidades de que en los escaños se sientan diputados de un mayor número de formaciones. Se complica asimismo la tarea de crear una mayoría parlamentaria.

Las elecciones del 27 octubre llevan una nueva intriga aparte de la participación electoral. Por primera vez dos de los antiguos partidos del sistema: el Movimiento por Derechos y Libertades y el Partido Socialista Búlgaro entran en la campaña con divisiones en sus directivas. El más antiguo partido búlgaro entrará en la Asamblea Nacional, pero en la larga serie de elecciones su electorado sigue reduciéndose. Las expectativas son que las dos alas del Movimiento por Derechos y Libertades (famoso con el partido de los turcos étnicos en Bulgaria), encabezadas por el líder honorífico Ahmed Dogan y por el copresidente Delyan Peevski, también obtengan representación en la 51 Legislatura de laAsamblea Nacional. 

“Las dos formaciones recibirán menos votos en comparación con el Movimiento por Derechos y Libertades en las elecciones anteriores. El efecto de la escisión hará que una parte de los electores se abstendrán a votar. Por mucho que haya voto controlado e instrumentos de influencia en los municipios, el electorado sigue aceptando a Dogan como un icono-fundador, como una figura mítica”, ha comentado para BNR el politólogo Ivo Indzhev.

La nueva situación electoral hace que el resto de los candidatos a gobernar del país busquen pasos poco estándar. El GERB (el partido líder en la Asamblea Nacional actual) por primera vez elige por a alcaldes de grandes municipios para liderar las listas de quienes se sabe que no ocuparán cargos como diputados, pero se espera que eleven la participación electoral en las regiones. La segunda fuerza política en la 50 Asamblea Nacional Continuamos con el cambio-Bulgaria democrática se prepara para recuperar los votos perdidos en las elecciones anteriores en las ciudades y de nuevo agitarán a los electores por las redes sociales que prefieren.

 “Los partidos no desean gobernar. Los partidos en masa desean que no gobierne el otro partido”, ha manifestado a principios de la campaña Parván Simeonov de la agencia sociológica Gallup International Balkan. 

“Creo que esta vez se esforzarán para que haya gabinete. Lo veo y lo oigo. Tanto Borisov, como Continuamos con el cambio tienen una formula… Me gustaría que sea así ya que será sumamente provechoso para nuestro país. Cada cambio en el sistema en Bulgaria en estos momentos a mi juicio, deteriorará la situación. Es mejor un sistema malo pero conocido, que haya sido probado en la tradición política, en comparación con cambios que crearán un caos completo”, ha vaticinado Simeonov para BNR.

El elector ya sabe que si la nueva 51 Asamblea Nacional no logra formar un gobierno regular, en primavera de 2025 los votantes deberán ir a las urnas una vez más. En fin, la democracia es antes que nada la voz del pueblo. 

Fotos: BTA, BGNES

Versión al español de Hristina Táseva