Hace exactamente un año, la Iglesia Ortodoxa Búlgara estableció una nueva festividad en nuestro calendario eclesiástico: la Glorificación de las Sagradas Reliquias de San Patriarca Eutimio de Tarnovo. Según fuentes eclesiásticas, el último patriarca búlgaro antes de la caída de la antigua capital de Tarnovo a manos de los invasores otomanos en 1393, murió hacia 1404. 

Cinco siglos más tarde, a finales de 1905, durante unas excavaciones en el nártex de la catedral del monasterio de Báchkovo, realizadas por iniciativa del abad del monasterio, Paísio (Pastirev), fueron descubiertas dos tumbas. En una de ellas se encontraron los restos de un manto arzobispal, un gran omóforo y dos ornamentos litúrgicos, y en la otra, reliquias con una lámina de plomo enrollada con una inscripción:

SANTAS RELIQUIAS DE EUTIMIO, EL VENERABLE ARZOBISPO DE LA GRAN CIUDAD DE TARNOVO Y PATRIARCA DE LOS BÚLGAROS.

"Tras el descubrimiento, el Santo Sínodo nombró un comité para investigar los hechos y documentar el hallazgo. También se describieron los milagros para confirmar su autenticidad, en particular la fragancia que emanaba de las santas reliquias. A pesar de los testimonios, el antiguo abad Teodosio del monasterio puso en duda su veracidad al describir la historia del monasterio de Bachkovo y su destrucción por los turcos cuando conquistaron los montes Ródope. Lo que siguió fue una refutación del prof. Vasil Zlatarski, quien formaba parte del comité encargado por el Santo Sínodo de verificar los hechos. En 1911, Bogdan Filov, director del Museo Nacional de Sofía, y Yordan Ivanov crearon una nueva comisión, adscrita al Sínodo. Esta comisión encontró discrepancias históricas y arrojó serias dudas sobre la autenticidad del pergamino de plomo hallado en la tumba con las reliquias."

• San Eutimio, Patriarca de Tarnovo

Para poner fin a la polémica y, sobre todo, para rendir homenaje al último primado del Patriarcado de Tarnovo, 120 años después, el Santo Sínodo de la Iglesia Ortodoxa Búlgara establece la festividad del Patriarca San Eutimio de Tarnovo como patrón de todo el pueblo búlgaro.

Traducido y publicado: Borislav Todorov