Un mapa geográfico propició el nacimiento de la Bulgaria moderna durante la Guerra Ruso-Turca de 1877 a 1878. El científico austro-húngaro Feliz Kánitz (1829-1904) fue el primer europeo que recorrió más de 3 200 aldeas y ciudades búlgaras. La Liberación de Bulgaria vino por los caminos y los senderos recorridos por Kánitz y reflejados para la ciencia. Nikolay Dunev, creador de la página web Mapa Histórico Activo aporta más detalles acerca del “viajero balcánico” como el eslavista y etnógrafo Prof. Stoyan Romenski llama a Felix Kánitz.
“Su mapa era algo único en su género. Era el primer mapa detallado de una parte de las tierras búlgaras y era fruto de una larga labor”, dice el joven científico. “Otros estudiosos occidentales y rusos también visitaron las tierras búlgaras, pero todo lo que hicieron fue cumplido en un periodo mucho más breve y lo que vieron y estudiaron era bastante superficial. Félix Kanitz dedicó 18 años de su vida a recorridos por las tierras búlgaras en Mesia, Dóbrudzha y los Montes Balcanes. El mapa era perfecto para la época. Aparte de corregir muchos errores de mapas antiguos, presenta elementos nuevos como, por ejemplo, los cursos de los ríos. Kanitz constató que el único río que atraviesa los Montes Balcanes es el Iskar. Corrigió su dirección al norte ya que muchos otros mapas la presentaban en dirección este-noreste. Dividió los Montes Balcanes en tres partes: occidental, media y oriental. Midió muchas altitudes con un barómetro, señalando la exacta altitud de más de 280 elevaciones. Describió lo más importante: los pasos en la montaña”, dice Dunev.
Еn el mapa están presentes 3 200 poblaciones del norte de Bulgaria, la región de Nis, Pirot, el Valle del Danubio y parte de la costa sur del mar Negro hasta Nesebar. Fueron planificados precisamente utilizando el mapa de Felix Kanitz las distintas etapas de la décima Guerra Ruso-Turca (1877-1878), el exitoso paso del Danubio a la altura de Svishtov (la primera ciudad liberada), el bloqueo de las guarniciones osmanlíes en Dobrudzha, el asedio de Pleven (escenario de intensas batallas) y el recorrido de los Montes Balcanes por el ejército imperial ruso en invierto. Era una verdadera suerte para los estados mayores rusos que recibieran este mapa en vísperas de la Guerra libertadora para Bulgaria.
“Durante el siglo XIX la cartografía se desarrolló mucho, explica Nikolay Dunev. Había una enorme diferencia entre los mapas de principios y de finales del siglo XIX. Mapas de este tipo se elaboraban constantemente durante las guerras anteriores como la Guerra de Crimea (1852-1856) y de 1828 -1829, pero reflejaban sobre todo la porción oriental de los Montes Balcanes. Era muy importante el lugar por el cual tenían que pasar los ejércitos turcos y rusos y los pasos que tenían que utilizar. Unos meses antes del inicio de la Guerra los rusos se enteraron del mapa de Felix Kanitz. Su primera variante es del año 1877 y los rusos inmediatamente compraron unos 1000 ejemplares de Felix Kánitz. Lo interesante es que el mapa para los fines militares es más detallado. Su escala es de 1:300 000, mientras que el mapa del tercer tomo del libro Bulgaria del Danubio y los Montes Balcanes tiene escala de 1:420 000. Es un mapa muy bueno para su época que fue utilizado para planificar los combates".
La densidad de la información geográfica, etnográfica, arqueológica y política fue lograda gracias a los detallados estudios sobre el terreno. Felix Kanitz solía alojarse en lugares humildes y conversar con las personas de cada etnia y capa social. Gracias a su don de pintar e ilustrar, nos legó un gran archivo de bocetos, grabados y acuarelas de las tierras búlgaras del siglo XIX que hoy tienen un valor inapreciable. Su obra de tres tomos Bulgaria del Danubio y los Montes Balcanes, estudios geográficos y etnográficos hechos por el camino sigue siendo actual hasta hoy en día con su información sobre el pasado de Bulgaria.
Felix Kanitz era uno de los fervorosos defensores de a causa búlgara en Europa Occidental después del Levantamiento de Abril de 1876. En 1884 los méritos del estudioso austro-húngaro al pueblo y la joven ciencia búlgara fueron altamente valorados. Fue elegido miembro honorífico de Sociedad Búlgara de Letras (la actual Academia de Ciencias de Bulgaria). El archivo y la biblioteca de Felix Kanitz fueron legados a la Academia. Tal vez la causa de esta generosidad no era solo su amor por lo búlgaros, sino el hecho de que en 1863 en la aldea de Srebarna, cuando enfermó de malaria, precisamente los aldeanos búlgaros lo salvaron de una muerte segura.
Con motivo de la fiesta nacional búlgara 3 de marzo preguntamos al creador de la magnífica página web Mapa Histórico Activo Nikolay Dunev si la guerra libertadora se hubiera desarrollado de otra manera si el ejército ruso no disponía del mapa de Felix Kanitz por el cual el austro-húngaro fue condecorado con una orden del imperador ruso Alejandro II.
“Es una pregunta difícil, en la historia no se utiliza el modo condicional”, dice el aficionado a la cartografía Nikolay Dunev. “Sin duda ayudó a que el número de las víctimas fuera menor”.
Fotos: Ivo Ivanov, Archivo científico de la Academia de Ciencias de Bulgaria
Traducido y publicado por Hristina Táseva
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