El 5 de octubre los ciudadanos búlgaros están llamados a ejercer su derecho al voto para elegir a los diputados de la 43 Legislatura Parlamentaria. Esto nos da pie para recordar que las primeras elecciones parlamentarias en una Bulgaria libre se efectuaron gracias a la copiosa cosecha de frijoles y maíz. La elaboración de la primera Carta Magna nacional fue encomendada a una Asamblea Constituyente convocada el 10 de febrero de 1879 en Tarnovo, antigua capital de Bulgaria. fue la primera Asamblea Nacional de Bulgaria tras la liberación del país del dominio otomano en 1878, a raíz de la guerra ruso-turca de 1877 a 1878. Su constitución se basó en el Tratado de Berlín concertado entre las Grandes Potencias y el Imperio otomano.
En 1879 los diputados para la Asamblea Constituyente fueron seleccionados con el uso de granos de frijoles y de maíz por la sencilla razón de que en aquella época las personas instruidas y alfabetizadas eran escasas. Los constructores del joven Principado de Bulgaria calcaron la idea de la antigua Grecia, cuna de la democracia en la que las elecciones se celebraban con el empleo de granos de frijoles. Los candidatos a acceder a un alto rango sujetaban sus yelmos con el hueco para arriba y la población iba echando dentro sus granos. Luego se vertía el contenido en una mesa y comenzaba el “escrutinio”.Resultaba ganador el candidato que mayor número de granos de frijoles había conseguido reunir en su yelmo. Resulta que aquél fue el primer voto secreto en la historia electoral de la humanidad.”Nuestros predecesores de la actual Comisión Electoral central hicieron evolucionar aquel sistema”, señala el escritor Rosen Tajov. Agregaron el uso de granos de maíz como signo negativo para que quedara claro quién accedería al Parlamento y quien se quedaría fuera de éste. Tanto en el pasado como ahora esta práctica no siempre es capaz de asegurar escaños a los más dignos.
Rosen Tajov señala que la patria de la demagogia es la antigua Grecia.El padre de la demagogia búlgara fue Mijail Takev, político por el Partido demócrata en el pasado ya remoto. Cuenta el escritor como Takev se fue a una aldea y pronunció allá un discurso en el que prodigaba promesa tras promesa que se le salían de la boca cual de un auténtico cuerno de la abundancia. Al final prometió la construcción en la aldea de un puente cómodo y ancho. Uno de los campesinos más espabilados de los muchos que estaban en la plaza pueblerina alzó la cabeza y objetó:”pero, señor Takev, es que nosotros no tenemos río”.A lo que el político sin inmutarse dijo:”No se preocupen , señores campesinos, también haremos que un río pase por su aldea”.
He aquí otra anécdota. Un diputado búlgaro ganó las elecciones en 1908.Se llamaba Antón Franguia, era abogado y político por el Partido Liberal progresista, y llegó a ser ministro. Su rival era Stoyan Mijailovski, destacado escritor e importante personalidad pública, candidato por el partido Agrario. Los dos viajaron a la ciudad de Nova Zagora para intervenir ante una concentración preelectoral. Desde un balcón Stoyan Mijailovski pronunció un discurso que duró dos horas. Se había formado en Francia y se fue refiriendo a los principios de la democracia. Comenzó por la Grecia antigua, transitó por Roma y concluyó su intervención con las frasés en francés: “Vive la republique”.”Vive la democratie”.Aquellas palabras desconocidas resonaron con fuerza sobre las cabezas de la multitud congregada. Predominaban los campesinos de las aldeas vecinas, llevados casi a la fuerza a la ciudad de Nova Zagora. Franguia se dirigió a ellos diciendo:”Han oído Vds. Lo que él dijo. Pues, me infligió una ofensa con improperios en lengua valaca”.El pueblo se fió de sus palabras y así Antón Franguia resultó ganador de las elecciones. En ocasiones es así como se accede al Parlamento, con golpes bajos”, concluye el escritor.
Versión en español por Raina Petkova